El domingo pasado se dio a conocer la noticia sobre la tentativa de robo en contra de Adolfo Lagos Espinosa, vicepresidente corporativo de Telecomunicaciones de Televisa, en un tramo de la carretera Tulancingo-Pirámides, en el Estado de México. Como consecuencia de estos hechos, resultó lesionado por disparo de arma de fuego y más tarde, en el hospital de especialidades de Villa de las Flores, municipio de Coacalco, falleció cuando era intervenido.
Hasta ese momento todo apuntaba a que el incidente había sido resultado de la violencia en la que se vive actualmente en México, y que no es exclusiva de una sola entidad; la delincuencia, organizada o no, utiliza para operar armas de fuego que parece que se venden en cualquier tienda de la esquina, por la gran cantidad que hay en la calle.
Tras el resultado de los hechos en donde perdió la vida el empresario de Televisa tanto el Presidente de la República, como el Gobernador Alfredo del Mazo, expresaron sus condolencias a través de las redes sociales por el fallecimiento del también director de IZZI, lo que ocasionó que muchos se sumaran al reclamo de la inseguridad, que no ha podido ser controlada, resultando más que rebasadas las respuestas de machote que intentan salir al quite del ejecutivo.
Pero todavía faltaba la declaración que al respecto daría el Fiscal General, Alejandro Gómez Sánchez, quien señaló que una de las líneas de investigación era el robo, o en este caso la tentativa; sin embargo, y dado que resultaba ser la línea más clara para el fiscal, la intervención de peritos de la PGR y de la Fiscalía General de la entidad mexiquense dijeron otra cosa; arrojaron de su análisis que el proyectil que se alojó en el cuerpo del empresario y que le privó de la vida, fue disparado por el arma de uno de sus escoltas.
Como consecuencia de la intervención del personal ministerial y pericial de las dos dependencias, se dio a conocer que fueron localizados 7 casquillos con los cuales, luego de las pruebas realizadas, se pudo establecer que son de calibre 9 milímetros y que corresponden a las armas de las personas encargadas de, supuestamente, dar seguridad a la víctima; los escoltas en su declaración ministerial señalaron que seguían al director de IZZI a unos metros, a bordo de una camioneta y que dispararon sus armas de fuego al percatarse que era objeto de un aparente asalto, de igual manera, el acompañante del empresario señaló que dos sujetos venían caminando en sentido opuesto al que lo hacían ellos, uno de éstos sacó una pistola e instantes después se escucharon varias detonaciones y vio como éstos individuos corrían hacia una nopalera.
Todo esto da un giro a la investigación, porque de acuerdo al análisis que hacen los especialistas, lo más probable es que la falta de pericia, o la desesperación de los escoltas por no saber o no tener conocimiento de cómo reaccionar en un evento de esta naturaleza, lo hicieron en forma desordenada y sin alguna técnica o protocolo, por lo que tendrán que enfrentar un proceso penal en su contra, lo que ocasionará desde luego el desinterés por parte de los medios de comunicación.
Sin embargo, esto pone en relieve algunos puntos que habrá que señalar, los cuerpos de seguridad privada deben coordinarse con las corporaciones estatales y federales, con la obligación de aprobar exámenes de control de confianza, así como de adiestramiento, manejo de armas y defensa personal, pero también debe formarse una base de datos muy precisa, porque en no pocas ocasiones éstos son parte del problema delincuencial.
Lo que sí es un hecho, es que aún con escoltas la delincuencia arremete en contra de quien sea y donde sea, aunque de acuerdo a la información que se ha desprendido de lo acontecido, se presume que hay una banda dedicada al robo de bicicletas en esa zona, y ¿qué se hará al respecto? No necesariamente se tiene que dar un hecho delictivo en contra de una persona importante, para que se dé la intervención inmediata y con todo y caballería de las autoridades. La atención en esta materia es urgente la población vive con zozobra por la sensación de tanta inseguridad.
Alfredo del Mazo, hereda un estado, en materia de seguridad, con serios problemas y evidentemente a la alza en varios delitos considerados de alto impacto, como son: homicidios, secuestros, feminicidios, robo de vehículo con violencia, extorsión, entre otros; esto no es como consecuencia de lo que se ha dejado de hacer en este gobierno que recién empieza, la delincuencia ha venido ganando terreno desde hace mucho, no se le pueden cargar todas las cruces al nuevo ejecutivo, pero si es importante recordar la promesa que lanzó en campaña respecto a este flagelo.
