¡Anótelo!.. Filtros en Melchor Ocampo para evitar contagios… Villa del Carbón, Otzoloapan, Luvianos, Amatepec y Tlatlaya cierran carreteras… Valle de Bravo anuncia plan de rescate… Piden que restos de Pichardo Pagaza pasen a Rotonda de los Hombres Ilustres… El visionario químico Luis Hoyo Canfield
La alcaldesa de Melchor Ocampo, Miriam Escalona Piña, ordenó instalar un filtro sanitario sobre la carretera Cuautitlán-Zumpango, para detectar casos sospechosos de coronavirus en unidades de pasajeros, como medida preventiva a los contagios. Esa acción no es aislada, pues se ha replicado en otras entidades. En el Estado de México, el alcalde de Villa del Carbón ordenó cerrar las vías que cruzan el municipio y colocar retenes de inspección; en Otzoloapan, Lizbeth Núñez García también cerró carreteras y ya lo habían hecho los presidentes municipales de Luvianos, Amatepec y Tlatlaya. ¿Qué sucede? ¿Es tanto el miedo por la pandemia o de pronto se usa este pretexto para crear condiciones de excepción? No entienden que no se puede impedir el libre tránsito.
*****
El alcalde de Valle de Bravo, Mauricio Osorio, anunció el “Plan de rescate económico y alimenticio para familias vallesanas” con el que se entregará, en una primera etapa, cuatro mil despensas semanales, durante un mes, para las familias más desprotegidas. La segunda fase será para apoyar al campo con la intención de sembrar hortalizas y tener granjas que permitan la autosuficiencia en la demarcación. Ésta última acción es muy ambiciosa, pero puede representarle grandes beneficios al municipio. Eso es hacer política y no grilla. Ojalá funcione.
*****
El ex secretario general de Gobierno, Humberto Benítez Treviño, uno de los políticos mexiquenses con mayor trayectoria y calidad moral, solicitó al gobernador Alfredo Del Mazo Maza, que las cenizas del ex gobernador Ignacio Pichardo Pagaza, sean depositadas en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en virtud de que fue un mexiquense y un mexicano singular, con perfiles humanistas que distinguió con su conducta nacional e internacionalista a la tierra que lo vio nacer. Seguramente la respuesta de Alfredo Del Mazo será positiva.
*****
Muchos recordarán al químico bacteriólogo parasitólogo Luis Hoyo Canfield, del que no alcanzaríamos en este espacio a decir todo lo que logró, pero algo recordamos. Fue fundador del Departamento de Difusión Cultural de la UAMex, del Departamento de Ecología de Toluca, de las escuelas de Veterinaria y Odontología, de la Maestría en Ecología de la UAEMex y la Maestría Nacional de Ciencias Biomédicas de la ANUIES, entre muchas más. Él, siempre amable, con seis libros en su haber y cientos de trabajos publicados, advirtió sobre la desaparición de las garzas de Colón, y así fue.
Viene al caso porque, su hija, Alicia Hoyo -sí, la fundadora de La Risa Abre Corazones del ISSEMyM-, nos proporcionó una carta que el químico escribió a la generación 87-90 de la Paideia, la cual titula “El calvario de un químico”. Ahí habla a los jóvenes de lo poco que entienden a los laboratoristas y dice: “Soné, después de tantas agresiones, que se presentaba un brote en un lugar que tenía un impacto político tremendo y que venían al laboratorio cientos de muestras de todos tipos: alimentos, sangre, pedazos de tierra, etc., y que yo llegaba… con una varita mágica… al tocar cada una de las muestras… me indicaba que se trataba de una sustancia hasta entonces desconocida y que al reportar ésta y el antídoto se salvaban miles de personas y por esto me entregaban el premio Nobel y cuando el rey de Suecia me lo iba a conceder, me despertó mi esposa diciéndome: Apúrate que hay un brote y urge tu presencia…
“Llegué al laboratorio y le dije al personal que urgía el resultado, a lo que contestaron: `Maestro, cree que con los datos que mandan se pueda investigar la Etiología? Ni que tuviéramos una varita mágica…`. ¿Hasta cuándo podremos entendernos los epidemiólogos, médicos y todos los profesionistas que ocupan los servicios de laboratorios? Pedimos que se establezca una forma de comprensión en todas las profesiones que investigan Salud Pública, la crucifixión de los laboratoristas...?”. Sin duda, visionario el químico Hoyo.
Aquí les dejamos la carta completa.