Toluca/Estado de México
Lo que comenzó como un sueño, poco a poco se hizo realidad para la primera mujer al frente del Comité Olímpico Mexicano, situación curiosa, cuando apenas tenía ocho años la originaria de Nezahualcóyotl, Estado de México, María José Alcalá recordó la primera vez que pisó el Comité Olímpico Mexicano.
“Yo llegué al Comité Olímpico Mexicano a los ocho años. Mi primera comida que me dio el Comité Olímpico Mexicano fue cuando quedé seleccionada para representar a México a los nueve años. Desde ahí fue mi casa, aunque dije 'algún día tengo que trabajar aquí'”, reconoció la ex clavadista mexicana.
Ahí, en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano, la pequeña deportista alimentó su sueño. Eran los años ochenta, la gran época de Carlos Girón en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, el momento dorado de la marcha con Ernesto Canto y Raúl González en Los Ángeles 1984.
Ella, recuerda que se le salieron las lágrimas cuando revelaron que era la nueva presidenta del COM.
"Imagínate lo que es el Comité Olímpico Mexicano para todos los que estamos involucrados en el olimpismo, es un alto honor, pero también una gran responsabilidad porque implica muchas cosas, pero lo más importante es trabajar al cien por ciento y de la mejor manera por el bien del deporte. Me emocioné tanto que se me salió una lágrima".
La originaria de ciudad Neza conquistó varios certámenes internacionales en los que dejó en todo lo alto al nombre de su país, recordó su momento en los Juegos Olímpicos de Seúl.
"A los 17 años cumplí mi sueño más grande de ir a los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, ahí siento que mi carrera tomó vuelo. En aquella justa, a pesar de mi juventud, finalicé en noveno lugar desde la plataforma, sin embargo, más allá del resultado, mi participación tuvo la fuerza de abrir el camino e impulsar a las mujeres que soñaban con ser clavadistas”, explicó.
Posteriormente, la carrera de María José fue creciendo, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde logró un sexto lugar desde la plataforma, Atlanta 1996, justa en la que finalizó en el lugar 13 desde el trampolín y Sídney 2000, donde brilló en las pruebas sincronizadas, en compañía de Jashia Luna y Azul Almazán.
La exclavadista ganó también el Premio Nacional de Deportes en 1994 y fue multimedallista en Juegos Centroamericanos y Panamericanos; es decir, su sueño se había cumplido. Una vez que finalizó su carrera como deportista, buscó mantenerse ligada permanentemente al deporte. Licenciada en derecho y maestra en administración pública, desempeñó cargos de importancia como la dirección de Cultura Física y Deporte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), posteriormente, ya como diputada, se convirtió en la presidenta de la Comisión del Deporte y actualmente es la directora del Comité Olímpico Mexicano hasta el 2024.
Aunque la medalla olímpica no pudo cerrar con broche de oro su gran carrera exitosa, lo máximo fue el sexto y octavo dentro de los clavados mexicanos.