Almoloya de Juárez/Estado de México
La falta de dinero impulsó la creatividad de Austreberto Martínez Galván para cumplir el sueño de su hijo de conducir un pequeño carrito eléctrico pues con un diablito y fierros de reuso construyó un autobús a escala que puede transportar hasta dos niños y ahora vive de eso.
En su pequeño taller adaptado en el patio de su casa ubicada en Almoloya de Juárez, el también operador de camiones contó a DigitalMex que previo a la pandemia un accidente automovilístico lo dejó en cama por meses, lo que no le permitía obtener ingresos para los regalos que sus pequeños pedían a los Reyes Magos; por ello, decidió realizar un autobús a escala sin conocimiento previo en temas de electricidad y soldadura.
"No sabía nada, no sabía soldar, me fui dejando llevar por la creatividad y la lógica, y salió".
Al entregar el autobús a su hijo subió fotos a redes sociales de su nueva creación, donde un señor admiro su trabajo y lo invitó a una exhibición en Guadalajara, en el lugar empezaron los primeros encargos.
Casi dos años después, ha realizado 29 autobuses de turismo, urbanos, de equipos de fútbol e incluso trailers, todos a gusto y creatividad del cliente, ahora utiliza material nuevo y no de reuso y mejoró la estructura de estos autobuses a escala y funcionales para ser conducidos por los pequeños de la manera más real posible y segura.
Para la elaboración utiliza lámina galvanizada, fibra de vidrio, pintura y da el toque final en letras y acabados con serigrafía, proceso en el que tarda poco más de 15 días. Se trata de vehículos de entre 50 y 80 kilos, más de 80 centímetros de alto y hasta 1.5 metros de largo, pues cuenta con dos asientos "con el objetivo de que un niño maneje como chófer de autobús y otro sea el pasajero".
"La mayoría de mis clientes han sido personas que trabajan o trabajaban como operadores de autobuses, esto es su vida y para muchos representa recuerdos, tuve un cliente que me encargó un autobús de viaje de los viejitos para regalo de su nieto".
Estos vehículos eléctricos cuentan con luces e incluso sonido para que los más pequeños sientan que conducen un vehículo de verdad, a gusto de algunos clientes adapta estéreos de pantalla y bocinas que les permiten reproducir música.
Austreberto se dijo feliz de que su negocio sea completamente familiar, pues su esposa e incluso sus hijos se involucran en la elaboración con actividades sencillas como la colocación del cableado.
"Disfruto mucho conducir un autobús, pero después de ese accidente valoro mucho la vida y poder estar para mí familia, por eso ahora me enfoco 100 por ciento en esto, de aquí comemos".
