Temascaltepec/Estado de México
Como cada otoño y después de un largo viaje de 4,200 kilómetros, la mariposa monarca llega al Estado de México para pasar el invierno en sus bosques.
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Estas impresionantes viajeras hibernan en los límites de Michoacán y el Estado de México, en las montañas del Eje Neovolcánico, cubiertas por bosques de oyamel, pino, pino-encino, encino y cedro.
Este fenómeno migratorio se designó, desde el año 2008, como Patrimonio Mundial de la Humanidad, durante esta temporada, cientos de mariposas monarca sobrevuelan los bosques de oyamel en los sitios históricos de hibernación de los santuarios El Rosario y Sierra Chincua, en Michoacán, así como en Cerro Pelón en Temascaltepec, dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.
El arribo es puntual, en los primeros días de noviembre, pese a las intensas lluvias y fuertes ráfagas de viento, el arrivo de las monarcas llega tal y como lo registra la tradición cultural de los mazahuas, quienes consideran que en estas aladas criaturas el alma de sus antepasados llega a encontrarse con ellos, además de encarnar el espíritu del bosque y ser las mensajeras de los dioses.
Por su valor, el extraordinario fenómeno migratorio de las mariposas ha suscitado iniciativas ciudadanas diversas como: Mariposa Monarca Nevado de Toluca.
La mariposa monarca, cada año, visita México, viajan desde Canadá y vuelan 4,200 kilómetros, cruzando Estados Unidos y el norte de México.
A la fecha, en los bosques mexicanos de oyamel, estas criaturas forman perchas o racimos y realizan el reconocimiento de los sitios donde hibernarán durante los siguientes cinco meses.
Las mariposas monarca son reconocidas por sus colores: naranja, negro y blanco.
Por lo que se debe contribuir a la conservación de este espectacular fenómeno natural de la mariposa monarca.
