Toluca/Estado de México
El libro Tláloc. Teogonía, cosmogonía y epistemología atmosféricas precortesianas, autoría de Antonio Arellano Hernández, es resultado de una investigación profunda y erudita que permite al lector asomarse al cúmulo de conocimientos de una civilización íntimamente relacionada con la naturaleza, afirmó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca.
En la Galería Universitaria “Fernando Cano” del Edificio de Rectoría, donde se presentó este trabajo editorial, Barrera Baca expresó que recuperar ese conocimiento para incorporarlo al cuerpo de la ciencia contemporánea es posible gracias al refinamiento de la teoría y los métodos antropológicos que el autor de la obra domina con creatividad y rigor.
“De este modo, el autor encuentra que los rastros dejados por las culturas olmeca y mexica en las representaciones de Tláloc son testimonios fiables de un milenario proceso de auto apropiación y auto domesticación del ser humano y forman parte de la historia de nuestra naturaleza atmosférica”.
Antonio Arellano Hernández refirió que este libro se derivó de una investigación financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) sobre la epistemología de las ciencias del cambio climático. El trabajo partió de las preguntas cómo serían la epistemología meteorológica y climatológica de los pueblos precortesianos y cómo se habrían acuñado estos conocimientos en los libros llamados amoxtli.
En este marco, el rector Alfredo Barrera Baca entregó nombramientos a los integrantes del Comité de Ética de Investigación de la Autónoma mexiquense para el periodo 2017-B.
Los investigadores nombrados fueron: Lorena Romero Salazar, Arturo Colín Cruz, Octavio Márquez Mendoza, Alberto Álvarez Vallejo, Loreto Salvador Benítez, Jorge Loza López, José Gabriel Espíndola Reyna, Félix Salazar García, Rodolfo Sola Lozano, Mayra Rueda Vázquez y Antonio Arellano Hernández.
Barrera Baca dijo que para los universitarios es de suma importancia incorporar la dimensión ética en todos los campos de la investigación. “Necesitamos elaborar una ética más completa para incluir la relación del hombre con su medio, en lugar de limitarnos a la responsabilidad ética que se tiene en campos específicos del ejercicio profesional, tales como el trabajo médico clínico y los códigos deontológico de diversas profesiones”.
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