** Ajustes en comunicación social del GEM.
La equidad o igualdad de género (sigue el debate en torno al término correcto) que ha obligado a modificar la balanza entre diputadas y diputados entrantes a la Legislatura local, no es otra cosa que taparle el ojo al macho en un intento por demostrar que se le está dando su lugar a la mujer en la sociedad.
No dejemos de lado que en plena apertura de género, en la que la opinión pública se desgarra entre sí por validar o no términos como “compañere” o “amigue”, en la vida real, ni la ley ni la costumbre ha librado a la mujer de los escenarios en los que permanece subyugada, rezagada y violentada.
Estos escenarios son la propia familia, los roles asignados por el matrimonio y la maternidad, así como el yugo histórico impuesto por la religión y la política, en la que se exhibe como medio y no fin, como compañera y no como protagonista.
Hoy por hoy, el debate público debe centrarse en generar las condiciones legales para que los hombres y mujeres se reconozcan como iguales en cuanto a sus derechos y obligaciones. Pero desde la ley, no con buenas intenciones ni con simulaciones estadísticas.
Y ojo, una verdadera equidad no se conseguirá privilegiando o justificando los excesos de un género; es decir, justificando el aborto como método anticonceptivo o el machismo como designio divino.
Punto y aparte.
Desde este espacio mandamos un saludo al buen Victor Olivares, hasta hace unos días Coordinador Operativo de Comunicación Social del Gobierno del Estado de México; buena suerte en su nueva responsabilidad como Enlace Regional Valle de México para la atención de la prensa en esa zona.
Por fin se le hizo al Jorgito sacarlo de la jugada central; en su lugar llega Diego Plata, personaje sin experiencia en el teje y maneje de los medios desde lo hilos de la operatividad.
También le deseamos mucho éxito al buen amigo Paco Vega, que regresa a las andadas legislativas.