El poder no es limpio ni sucio, simplemente es el poder. Que nadie se llame a sorpresa. Las elecciones de renovación de los órganos de dirección nacionales y estatales de Morena para elegir a sus nuevos dirigentes resultó un verdadero circo. En esta ecuación no podemos omitir la posible suma del Partido Verde a la Alianza Opositora (Gulp), la actitud de Dante Delgado, quien sigue desojando la margarita aún cuando tiene su juego ya muy armado, así como el destape del Candidato Ciudadano recientemente puesto en la vitrina pública; y en este escenario la decisión del ejecutivo de desaparecer al INE, agrava la crisis política que se vive, la que aunada a la de seguridad, la económica, la sanitaria y los conflictos con nuestros socios comerciales convierte la realidad nacional en una tormenta perfecta.
Son los intereses los que gobiernan, no los ideológicos, no nos equivoquemos. “Ahora le toca a otros” y de acuerdo a estos y a los liderazgos económicos en turno se mueven “los juegos democráticos” así sea en los Estados Unidos como en el país que elijan, de preferencia en estados con gobiernos autoritarios que no garantizan la renovación democrática de los gobernantes. Mientras tanto, los pueblos sufren y el poder gana, como ocurre actualmente en México, previo a la selección de la candidata o candidato de Morena de la alianza al gobierno del Estado de México en 2023.
No olvidemos que la entidad mexiquense cuenta con líderes poderosos que saben hacer política, con armas estratégicas, expedientes secretos y recursos de todos tipos. El Edomex por siempre priista no se va a dejar quitar el territorio, sin luchar con todo.
Las mujeres mexiquenses de un signo político o de otro velan armas. Lo deseable es que la más preparada, conocedora del estado, así como haberse desempeñado en todas las posiciones del servicio público y haber sido electa presidenta municipal, diputada y senadora sea Ana Lilia Herrera Anzaldo. No es una cuestión de preferencias, es de conveniencias para la entidad.
La elección del Estado de México del año próximo será la obertura de la gran puesta en escena de la elección presidencial y del Congreso Federal en 2024. Está en vilo el INE, la Democracia, el Proyecto de País, la Constitución y el México que merecemos.