Toluca/Estado de México
Comerciantes de pollo del Valle de Toluca denunciaron que un grupo delictivo los extorsiona desde hace días para obligarlos a adquirir el producto con un solo proveedor y a un precio más caro, lo que afectaría directamente sus ventas.
Uno de los afectados que pidió omitir su nombre por cuestiones de seguridad, relató en entrevista que el pasado lunes sujetos armados y en motonetas acudieron a las pollerías de San Bartolomé Tlaltelulco, San Juan Tilapa, San Felipe Tlalmimilolpan, Santiago Tlacotepec y Capultitlán, para entregarles, entre groserías y agresiones, una nota con un número y una leyenda en la que les piden llamar al mismo para realizar su pedido del siguiente día.
“Favor de marcar a este número el día de hoy para hacer un pedido para mañana. Nuevo proveedor, gracias”, se lee en la nota que mostraron los afectados, mientras que al reverso contiene un número de celular del que recibieron llamadas y mensajes la tarde de ese mismo día, luego de que decidieron cerrar los negocios por miedo a represalias.
El martes, añadió, al llegar a sus negocios ya los esperaban camionetas repletas de pollo que buscaban obligarlos a comprar el producto a costos previamente estipulados por los delincuentes, mismos que les hicieron llegar vía WhatsApp y que incrementan 12 pesos al precio en el que adquieren el pollo en los rastros de diversas zonas, en su mayoría ubicados en el Seminario.
“Nosotros adquirimos el pollo en 36 pesos el kilo en los rastros, los extorsionadores quieren que se los compremos entre 12 y 14 pesos más caro, quieren que lo compremos en 48 pesos el kilo y eso elevaría muchísimo nuestros precios”, comentó.
Es preciso indicar que, este martes elementos de la policía municipal de Toluca detuvieron a dos presuntos extorsionadores en las calles Insurgentes y Colón de la delegación de Capultitlán, hecho por el que los agraviados interpusieron la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de Justicia estatal (FGJEM) por el delito de extorsión asentado en la carpeta TOL/TOL/AC4/107/291452/20/11.
No obstante, aseguran que las autoridades no aceleran el proceso de investigación y los detenidos pueden salir libres pese a que fueron reconocidos como trabajadores de rastros donde consumen el producto, por lo que temen por su integridad y la de sus familias.
Tras definir los hechos como “el huachicol del pollo”, los afectados señalaron que los extorsionadores cuentan con la información completa de los comerciantes, sus nombres, números de celular e incluso la cantidad de pollo que adquieren al día para venta, por lo que aseguran que los dueños de los rastros están coludidos en este delito.
Por lo anterior, los vendedores pidieron a las autoridades acelerar la investigación y reforzar la seguridad en las comunidades o delegaciones donde los extorsionadores se presentaron, pues aunque aún no tienen fecha para abrir de nueva cuenta sus negocios tienen miedo a represalias.
