Tlalnepantla/Estado de México
Este jueves, Jorge despidió a su esposa Paola y a su pequeño Dilan, víctimas del derrumbe en el cerro del Chiquihuite, en Tlalnepantla.
Lo hizo con la música que a él y a ella, su pareja, más disfrutaban: el rock urbano.
El ambiente estuvo plagado de llanto y mantas para honrar su memoria, antes de depositar sus restos en el panteón de la colonia Lázaro Cárdenas, donde hace dos semanas se registró la tragedia.
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Ambos ya reposan junto a la pequeña Mía, su hija que también murió luego de que enormes rocas cayeran sobre varias viviendas de esta localidad.
La madre de Paola, quien apenas tenía 22 años de edad, deseó que su hija hubiera tenido una mejor vida, dijo.
Un grupo de niños del jardín de niños Alejando Fleming, también llegaron para despedir al pequeño Dilan.
Jorge Mendoza, esposo y padre de las víctimas, se dijo agradecido con los cuerpos de rescate que arriesgaron su vida para rescatar los cuerpos de entre las rocas de más de 200 toneladas de peso.
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Aprovechó el momento para rociar una cerveza sobre el féretro de Paola.
“Te traje tu última cerveza”, le dijo, antes de que los sepultureros lanzaran la primer palada de tierra. A su pequeño le pidió cuidar mucho de su mamá.
Este día fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, la declaratoria de emergencia, por el movimiento de ladera en el Cerro del Chiquihuite que dejó como saldo cuatro personas fallecidas e innumerables daños materiales.
