Zinacantepec/Estado de México
De acuerdo con las estadísticas del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, del Poder Judicial del Estado de México, la mayor incidencia de conductas antisociales se registra entre los 14 y antes de los 18 años, por lo que, en materia de prevención corresponde al Estado y la sociedad establecer programas que los involucren generando oportunidades de desarrollo, espacios para actividades deportivas, recreativas, artísticas y culturales.
Los Códigos Penales y la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes establecen como conductas graves el secuestro, homicidio, violación y feminicidio, mismos que, en la mayoría de las ocasiones, se cometen de manera violenta por los adolescentes; además, actualmente se presenta el fenómeno de reclutamiento por células delictivas, para cometer ilícitos como el secuestro.
Ante este panorama, Héctor Pichardo Aranza, Presidente del Tribunal de Alzada del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, señaló es importante la participación de la familia, a través del fomento de principios éticos y morales, la comunicación cercana padres e hijos, la educación como medio para formar mejores personas y contribuir al desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, a fin de prevenir conductas antisociales entre los menores de edad.
La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes (aplicable de los 12 y hasta antes de los 18 años) es un marco legal de avanzada, pues establece un procedimiento con fines socio-educativos, esto es, todas las medidas van enfocadas a su formación académica y personal.
El sistema entró en vigor en el Estado de México en julio de 2016; cuenta con juzgados de control y tribunales de enjuiciamiento, cuyos servidores judiciales han sido capacitados y certificados en materia de justicia para adolescentes, a fin de responder a la exigencia de la ley, de contar con operadores especializados.
Pichardo Aranza acotó que el Poder Judicial del Estado de México contribuye, a través del Programa Yo por la Justicia dirigido a niñas, niños y adolescentes, a fomentar el respeto a sus compañeros, familia y a la ley, para prevenir malas conductas. Mientras que con el Tribunal de Tratamiento de Adicciones atiende a los jóvenes que cometen alguna conducta antisocial, por su dependencia a sustancias psicoadictivas.