¡Anótelo!.. Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto repuntaron inicios de campaña que se anticipaban desastrosos y terminaron ganando… ¿Qué tanto pesará la opinión de los exgobernadores en la decisión del PRI en 2023?.. ¿De verdad existe el Grupo Atlacomulco?
¡Ándale! El titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México, Horacio Duarte Olivares, se promociona en redes sociales como la “Mano derecha del Presidente Andrés Manuel López Obrador”. ¿De verdad, así se asume? Además, dice que es un orgulloso morenista y texcocano. Explica que fue el último presidente de Morena en el Estado, abogado de AMLO durante el desafuero, creador de las Becas Jóvenes Construyendo el futuro y Redactor de la Reforma Electoral, esa que quizás no vea la luz. Esa es su carta de presentación, con la que espera convencer a los morenistas de que es la mejor opción para ser candidato a la gubernatura.
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En 1999, el priista Arturo Montiel Rojas inició su campaña por la gubernatura mexiquense a contracorriente, 11 puntos porcentuales debajo del panista José Luis Durán Reveles, al que terminó derrotando por una diferencia de un millón 371 mil 464 votos contra un millón 146 mil 71 votos y porcentajes de 42.2 por ciento, contra el 35.46 por ciento.
Seis años más tarde la historia se repitió, pero con resultados más drásticos. Por el PRI, Enrique Peña Nieto inició 20 puntos debajo del panista Rubén Mendoza Ayala, que al final se desinfló, de tal manera que el priista ganó casi dos a uno: un millón 801 mil 530 votos contra 936 mil 615, con porcentajes de 47.59 por 24.74.
En esa ocasión, la perredista Yeidckol Polevnsky logró 918 mil 347 y a punto estuvo de mandar al panista al tercer lugar.
Por eso no es relevante lo que marcan las encuestas con anticipación, sobre todo cuando se levantan a un año de distancia, como es el caso presente en el Estado de México. En este momento todas, absolutamente todas las mediciones, marcan como favorito al Movimiento de Regeneración Nacional y a su casi candidata Delfina Gómez Álvarez. En el trayecto pueden pasar muchas cosas que podrían inclinar la balanza en otra dirección.
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Qué tanto pesará la opinión y el trabajo político de los exgobernadores mexiquenses en la definición del candidato o candidata del tricolor a la gubernatura mexiquense. A pesar de que se habla del mítico Grupo Atlacomulco, como aglutinador de las voluntades priistas, la verdad es que distintos grupos han gobernado a la entidad al paso de los años.
Isidro Fabela, por ejemplo, rompió la hegemonía del Grupo Zumpango. Más tarde, Salvador Sánchez Colín truncó la carrera del Grupo Atlacomulco y de su fundador Alfredo Del Mazo Vélez. Gustavo Baz trató de imponer al Grupo Tlalnepantla. Juan Fernández Albarrán llevó al gobierno estatal al Grupo Toluca. Carlos Hank González retomó algunos valores del Grupo Atlacomulco, de ahí que se le defina como uno de sus puntales.
Jorge Jiménez Cantú retomó al Grupo Tlalnepantla. Alfredo Del Mazo González, contrario a lo que se pueda pensar, creó el Grupo Valle de México. Mario Ramón Beteta, Emilio Chuayffet y Cesar Camacho (en su momento) respondieron a los intereses de Hank González. Ignacio Pichardo Pagaza retomó al Grupo Toluca. Arturo Montiel Rojas, que se inició en el Grupo Tlalnepantla, recibió el apoyo de Chuayffet y Camacho; y a su vez, Enrique Peña Nieto fue creación de Montiel. Eruviel se impuso a todos y formó el Grupo Ecatepec. Alfredo Del Mazo Maza fue impuesto por Enrique Peña Nieto. Así que, ¿cuál Grupo Atlacomulco?
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El diputado panista Enrique Vargas del Villar salió al paso de inmediato a las declaraciones del diputado de Morena Faustino de la Cruz, en el sentido de que el coordinador de los legisladores locales albiazules había comprado, de manera irregular, una propiedad en los Estados Unidos. Vargas del Villar respondió: “no hay nada irregular como lo pretende hacer creer el diputado de Morena, Faustino de la Cruz, quien mejor se debe ocupar en que en su partido haya rendición de cuentas a los y las mexicanas”.
