Curiosamente… Más allá de la edad o apariencia física, las almas viejas tienen características que las distinguen. Quizás te ha pasado que aunque seas joven, entiendes mejor a las personas que son mayores que tú y tengas más amigos que te llevan muchos años, que de los que tienen tu edad.
La gente te busca y te cuenta sus problemas porque sabes dar consejos, escuchar. Las almas viejas no son tan amigueras, se toman sus espacios para ellas, se conocen, es más, las personas que quieran estar junto a estos maravillosos seres, no sólo encuentran una buena compañía, aprenden a ser mejores o de plano se alejan.
El romance no es tu prioridad. Viajar, conocer otros lugares y a muchas personas, ayudar a los demás, estudiar y aprender cada vez más. Tu felicidad no está enfocada en encontrar el amor y disfrutas de cada día al máximo. Sueles atraer personas que necesitan ayuda y no amor
Tienes expectativas muy altas. Prefieres la soledad antes que estar con alguien que no te llena. Te inclinas por lo espiritual antes que por lo material, pues las almas viejas no le ven el propósito de tener con ellas cosas que pueden perder fácilmente. Son confiables, prefieren hacer las cosas "a la antigua" y te va muy bien de esta manera.
Tienes tres o más características de las que se describen, no lo dudes, eres un alma vieja.