Toluca/Estado de México
La atleta toluqueña Margarita Hernández Flores continúa demostrando su mentalidad triunfadora. Después de ganar los 21 km de León, ahora se prepara para el medio maratón de Querétaro y los 5 km de la Gran Ciudad en Atlacomulco, Estado de México, que se celebrarán el 13 de octubre.
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Margarita tuvo la oportunidad de participar en sus segundos Juegos Olímpicos en París 2024, después de haber competido en Río de Janeiro 2016. Para ella, esta experiencia representó un renacimiento tanto en su vida personal como en su trayectoria deportiva. La atleta comparte con orgullo sus inicios en el deporte.
A los 19 años, participó en una carrera organizada por el Gobierno del Estado de México en Valle de Bravo. A pesar de correr con calzado inadecuado, logró alzarse con el primer lugar en su categoría y recibió un premio en efectivo.
“Comencé a correr con unos tenis que no eran apropiados para el deporte. Eso fue parte del desconocimiento durante mi etapa de estudiante, pero siempre estuve involucrada en el deporte”, relató Margarita.
Cuando el atletismo llegó a su vida, quedó cautivada:
“Pensé: ‘¿cómo te pagan por hacer ejercicio? Cuerpo sano, mente sana y te pagan’. En ese entonces, trabajaba y estudiaba, como muchos estudiantes. Tuve que compaginar ambas actividades”, comentó.
Fue en ese momento que decidió dejar su trabajo para dedicarse a entrenar y estudiar, logrando obtener una beca universitaria gracias a su rendimiento deportivo. Actualmente, comparte su experiencia con jóvenes deportistas.
Margarita reconoció que el deporte la ha impulsado a ser una profesional en su vida académica:
“Soy Licenciada en Derecho, estudié en la UAEMex con una beca, y luego tuve la oportunidad de hacer un Diplomado en Equidad de Género y Políticas Públicas. Quizá no deba decirlo, pero quiero que vean que sí es posible hacer muchas cosas. Después hice una maestría en Administración, otra en Ciencias Aplicadas al Deporte en la Anáhuac, y recientemente inicié un doctorado en Educación”, dijo.
Desde pequeña, Margarita mostró una gran pasión por el deporte.
“Mi infancia fue divertida, maravillosa, fantástica”, recuerda.
Creció en una zona rural donde disfrutaba de amplios espacios para jugar con sus hermanos y practicar deportes como el básquetbol, fútbol y voleibol. Para ella, la actividad física siempre ha sido una necesidad que le brinda alegría.
Su hijo Máximo ha sido su mayor motivación. Juntos comparten una pasión por el deporte, lo cual Margarita considera maravilloso y un impulso constante para seguir adelante. Para ella, los Juegos Olímpicos de París 2024 representaron mucho más que una competencia; fueron la oportunidad de retomar sueños que alguna vez parecieron perdidos.
"Llegar a París fue increíble, especialmente porque atravesé situaciones personales muy difíciles, donde incluso llegué a cuestionar si era posible continuar en el ciclo olímpico", concluyó.
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