Valle de Bravo/Estado de México
El Estado de México enfrenta condiciones de sequía significativas, posiblemente las más severas de los últimos diez años. Este escenario climático se caracteriza por altas temperaturas y escasez de lluvias, lo que ha llevado a que los embalses alcancen niveles críticos, situándose por debajo del 50% de su capacidad.
Reportan otro incendio forestal, ahora en Valle de Bravo
Según informes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, desde la primavera de 2014, estos embalses no han logrado superar el 85% de su capacidad.
Frente a esta situación, es crucial considerar diversas medidas para mitigar la sequía, por lo que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hace las siguientes recomendaciones:
1. Desalación del agua: Dado que el 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua, pero solo el 2,5% es dulce, y de esta cantidad, solo el 0,007% es accesible para el consumo humano, la desalación del agua emerge como una opción viable. Este proceso, realizado en plantas desaladoras en todo el mundo, convierte el agua salada en potable, aumentando así su disponibilidad.
2. Reutilización de agua regenerada: Esta innovadora solución promueve la resiliencia hídrica al aprovechar agua residual depurada, sometiéndola a un tratamiento adicional en estaciones de regeneración para su reutilización. Este proceso no solo permite dar una segunda vida a un recurso escaso, sino que también contribuye a la protección del entorno agrícola, la restauración de zonas húmedas y la reducción de vertidos contaminantes en el mar, ofreciendo beneficios ambientales significativos.
3. Recarga de acuíferos: La mayoría del agua dulce del mundo se encuentra en acuíferos subterráneos, recargados principalmente por lluvias y nieve. Sin embargo, estos acuíferos enfrentan amenazas como la contaminación y la sobreexplotación, lo que agota este recurso vital. Una solución emergente implica la construcción de pozos para inyectar agua regenerada de las depuradoras cercanas, actuando como una barrera contra la intrusión salina y alimentando sosteniblemente los acuíferos.
4. Digitalización del agua: Los avances tecnológicos, como la digitalización, ofrecen herramientas para impulsar el desarrollo sostenible y abordar los desafíos derivados del cambio climático. La sensorización, integración de datos, automatización de decisiones e inteligencia artificial permiten una gestión eficiente del recurso hídrico. Estos sistemas avanzados posibilitan análisis predictivos y prescriptivos para anticipar y solucionar fallos, fugas o riesgos de manera inmediata, promoviendo la resiliencia del sistema hídrico.
La adopción de estas medidas, junto con una gestión responsable del agua y la sensibilización pública sobre su uso eficiente, son fundamentales para hacer frente a la sequía en el Estado de México.