Toluca
Sandra Paola de 37 años de edad fue despedida de su empleo en el Hotel Radisson por quedar embarazada.
En diciembre de 2016 logró vender para esa empresa hasta siete millones de pesos como parte de su actividad al dirigir el departamento de Banquetes, aunque sólo pudo laborar poco tiempo porque a unos días de obtener su contrato permanente fue despedida.
Sandra cuenta que por tres meses ocultó su embarazo, puesto que el personal de todas las áreas en el hotel le había advertido que así lo hiciera.
Este hotel antes se llamaba del Rey pero sigue perteneciendo a Gustavo Arturo Martínez Almazán, aunque ahora opera bajo contrato con Óptima Hoteles de México S.A de C.V y la outsoursing SESS Corporation S.C
“No le dije a nadie de mi situación, comentó, porque todas mis compañeras me advirtieron sobre el rechazo que hay por parte de los dueños a sostener en el empleo a una mujer embarazada. En el contrato que firmé no existe ninguna cláusula sobre este tema, tampoco mencionaron nada, aunque supe que a todas las mujeres les practicaban exámenes de sangre como parte de su contratación”.
Ella se asesoró legalmente, no informó de inmediato aunque en enero de este año debía recibir el contrato formal, pues debía pasar una etapa de prueba de tres meses. “Estaban contentos con mi trabajo, me lo entregaron para obtener una planta, informé entonces que tenía tres meses de gestación, pero fue cuando me despidieron”.
“Lo único que estoy pidiendo es que me resuelvan con un pago o indemnización justa porque nunca me pagaron las comisiones por las ventas como lo establece el convenio laboral, me dieron un trato completamente indigno, pensé que no me despedirían porque es ilegal, pero lo hicieron”.
Desde su salida intentaron negociar con ella a través de la operadora del hotel, le ofrecieron un mes de su salario, luego comprometieron mantenerla en el seguro social, aunque cuando estaba por firmar de aceptación por temor a iniciar un “pleito” legal, le cancelaron este arreglo y regresaron a un pago mínimo.
“Me da mucho miedo que ya nadie me vaya a contratar por esto, por eso pido que mi nombre completo no sea publicado, pero es que yo estudié una carrera profesional para la administración de hoteles y demostré mi capacidad, la calidad de mi desempeño, pero parece que en esta ciudad se mueve todo por influencias, porque ellos siempre advierten que al ser los propietarios del hotel son superiores a todos”.
Explicó que tras recibir la negativa por llegar a un convenio adecuado a su salario, que llegaba a los 20 mil pesos mensuales, determinó buscar asesoría legal, “varios abogados en Toluca me dijeron que contra esa familia no se podría, que mejor recibiera lo que me daban y pensé que no es justo porque estar embarazada no impedía desempeñarme igual o mejor que al no estarlo”.
Acudió al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) donde levantó la queja con número CONAPRED/DGAQR/0278/DQ/17/I/MC/Q0278 y también tiene un juicio pendiente por resolver en la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, aunque no hay avances pues parece que los empresarios han podido aplazar la resolución.
“Nunca pensé que ser mamá me iba a sacar del medio laboral por discriminación, pero pienso que lo mejor que debo hacer es defenderme y demostrar que tenemos derechos, porque no somos menos capaces de trabajar por tener un hijo”.
