Toluca
Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Valle de Toluca (ASBAR), indicó que resulta perjudicial para los establecimientos de venta de bebidas y restaurantes, especialmente bares, el establecimiento del operativo alcoholímetro frente al acceso a estos negocios.
Consideró que si bien es una estrategia que abona a la reducción de muertes y accidentes de personas que conducen bajo el influjo de las bebidas etílicas, al cerrar cuatro o cinco calles aledañas a la zona donde se instala la autoridad perjudica a la zona en general. “Impacta directamente y también a los negocios ubicados en calles aledañas”.
Afirmó que si bien se coordinan con las autoridades correspondientes para que se coloquen algunas cuadras o avenidas paralelas, en realidad hay ciertos daños al ingreso de esos negocios.
Adujo que la autoridad no pretende afectar a un local en específico, sino que se trata de prevenir un incidente que puede terminar en un accidente grave.
Aunque reconoció que la clientela asume de buena forma este tipo de programas, reconoció que es una medida imprescindible para inhibir las cifras de incidentes; sin embargo, admitió que el personal de los bares no tiene la capacidad de limitar la ingesta de bebidas cuando identifica que alguna persona ya está “pasado de copas”, pues por ejemplo en una disco o “antro” es mucha la gente que ingresa.
Tampoco son útiles los alcoholímetros que hasta hace un año exigía la Coordinación de Regulación Sanitaria (Coprisem), pues resultaban sumamente costosos, ya que pedían al menos uno por establecimiento.
“Limitar el número de copas es complicado porque en un bar donde entran mil personas es complejo, pero tenemos programas en donde el mesero si ve a una persona en estado inconveniente tiene la consigna de dejarle de vender.
Sobre el dispositivo para realizar la prueba del nivel de alcohol ingerido por el consumidor, reiteró que no fue eficaz la medida porque quien lo ocupa usualmente es para ganar apuestas con sus amigos sobre quién sale más alto, “no son aparatos funcionales, por eso en su momento cuando pidieron un alcoholímetro por cada 30 personas, ofrecimos a cambio hacer otros programas”.
Sin embargo, es requisito para las unidades económicas con venta de alcohol, pero no adquirirlo con un proveedor específico, sino el negocio facilita la prueba a quien la pide y es decisión de las personas subirse a su auto o no hacerlo, pues el personal del bar sólo puede sugerir conseguir un taxi seguro, guardar su auto toda la noche sin costo, entre otras alternativas.
Datos
De acuerdo al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), cada año se registran entre 600 y 800 fallecimientos por accidentes automovilísticos en el Estado de México, de los cuales 35 por ciento está relacionado con el consumo de alcohol.
Víctor Torres Meza, director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, destacó que el alcohol es uno de los principales factores que generan los incidentes vehiculares.
Además, entre el 35 y 40 por ciento de las 600 defunciones por suicidio, también tienen por detonante la ingesta de alcohol o drogas, o algún problema de salud mental tipo depresión.
