Teotihuacan/Estado de México
La ausencia de turistas en las inmediaciones de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, ha puesto en riesgo a alrededor de 300 talleres de artesanías elaboradas con barro y obsidiana, cuyos propietarios han optado por cerrar o buscar otras opciones de ingresos económicos para sus familias.
El sector es uno de los afectados por el cierre de sitios culturales y turísticos para contener la propagación del Covid-19; por ello hicieron un llamado a los tres niveles de gobierno para que los apoyen a enfrentar la crisis.
Agapito Hernández Nieto, artesano y dueño del taller Itztlitecutli (Gran señor de la obsidiana), ubicado en el poblado de San Francisco Mazapa, lamentó que las medidas han obligado sus clientes a cancelar o suspender algunos pedidos de artesanías.
“En una semana normal nosotros vendíamos 3 mil pesos, sobre todo de piezas pequeñas y ahora con la crisis algunos días vendemos una sola pieza de 50 pesos; por ejemplo, ayer domingo sacamos nuestra mesa para poner las artesanías en la puerta de nuestro taller y nada vendimos”, explicó.
Agregó que algunos de los artesanos han tenido que buscar trabajo en las fábricas de los alrededores que aun se encuentran abiertas, como la Maseca; otros han tenido que recolectar nopales y verdolagas de los huertos y salir a venderlos por las calles y algunos más, han tenido que vender o empeñar parte de la maquinaria de sus talleres para obtener algún recurso para subsistir.