Sur/Estado de México
A raíz de la apertura de las iglesias la semana pasada derivado del cambio de color en el semáforo epidemiológico, grupos de mayordomos se alistan para solicitar la celebración de fiestas patronales en sus iglesias, sin saber que aun no están autorizadas para realizarse.
Después de que los templos suspendieran sus actividades en el mes de marzo, cuando empezó la pandemia por el SAR-Covid-2, en ese momento fueron pospuestos los sacramentos como los bautizos, confirmaciones y comuniones además de cancelar las ceremonias nupciales, XV años y presentaciones.
Ante el cambio de semáforo rojo a naranja, la apertura de los templos católicos es de forma escalonada, gradual y con un protocolo de seguridad para los feligreses, además de que las misas serán solo con el aforo permitido del 30 por ciento, con celebraciones breves con el mínimo de cantos y sin hojas dominicales.
Por medio de las diócesis, se informó que las fiestas patronales que comprenden de juegos mecánicos, bailes públicos, procesiones y en algunos casos hasta cabalgatas, lo que representa una alta concentración de personas y por ende, no están permitidas, por lo que todo se reducirá a una misa.
Las autoridades eclesiásticas subrayaron que, si en algún momento los mayordomos o fiscales no obedecen la norma establecida, la Arquidiócesis procederán a la destitución de sus cargos y no se les permitirá volver a ocupar ningún papel dentro de la iglesia.