Xonacatlán/Estado de México
El cierre de fronteras que frenó la entrada de productos chinos a México, así como las ventas en línea, contribuyeron a que pelucheros de Xonacatlán mantuvieran la misma producción de temporada para el Día del Amor y la Amistad.
En entrevista, Pavel Iván Ortiz Bustamante, director de la empresa Andy Toys, comentó que debido al cierre de fronteras se limitó el ingreso de productos y material chino al país, lo que resultó benéfico para algunos pelucheros del municipio, debido a que empresas extranjeras optaron por empresas mexicanas para la elaboración de peluches.
"Algunas empresas dejaron de traer productos de China, por lo que muchos importadores y empresas estadounidenses dejaron de consumir estos productos y negociaron con empresas mexicanas. Nosotros ya estamos en pláticas para sacar producciones adelante", expresó.
Además, añadió que trabajar para empresas extranjeras implicó mejorar la calidad de sus productos, así como procesos de producción para cumplir con los compromisos.
Asimismo, indicó que mantuvieron los mismos niveles de producción que el año pasado gracias a lo anterior y a que apostaron por las ventas en línea, por lo que invirtieron en publicidad a través de redes sociales, con el fin de tener presencia en toda la República luego que con la pandemia perdieran clientes grandes y destacó que esta modalidad les permitió adquirir más clientes, pero de empresas pequeñas que les ayudan a mantenerse a flote.
"Nuestros principales clientes se encuentran en Ciudad de México y Monterrey, ahí fue muy notoria la tendencia a bajar sus compras, pero afortunadamente con los clientes pequeños salimos adelante, no es la misma venta eso sí, la que vendíamos antes en una semana ahora lo vendemos en un mes, pero nos mantiene en el negocio", comentó.
Agregó que, al verse obligados a reducir su plantilla laboral para cumplir con las medidas sanitarias, pasaron de 50 a 20 empleados entre costureras, decoradoras y bordadores, por lo que incluso tuvieron que negarse a realizar algunos pedidos porque no tendrían la capacidad para cumplirlos.
"Tuvimos que adaptarnos porque por cuestiones sanitarias no podemos tener a todos los empleados aquí, por eso trabajamos con costureras que tienen máquina en casa, en su caso a veces el esposo no las deja trabajar fuera o tienen que cuidar a sus hijos o por comodidad, pero eso nos sirve para evitar contagios", añadió.
Finalmente, indicó que para la temporada produjeron cojines, osos y corazones con mensajes de amor, aunque estos no desbancan al clásico oso de peluche que se vende en diversos tamaños, que van desde 30 centímetros hasta los dos metros de alto.
