Villa de Allende/Estado de México
Como cada año llegan puntualmente miles de mariposas Monarcas provenientes de los bosques de Canadá a la celebración del Día de Muertos, refrendando la creencia mazahua y purépecha de que las almas de los seres amados regresan encarnados en estas agraciadas mariposas.
Los santuarios y bosques del Estado de México y Michoacán se preparan para recibir a estas singulares visitantes, estas mariposas viajan desde Canadá.
En varias regiones les dan la bienvenida con ofrendas de cera y copal. Otra versión de esta leyenda señala que los muertos viajan en las alas de las mariposas y es así como llegan hasta los altares.
Los aztecas a este insecto lo llamaban Quetzalpapálotl y lo asociaban con la diosa de la belleza y las flores, conocida como Xochiquétzal.
En la época prehispánica estos hermosos insectos fueron vistos también como “animales sagrados” y el culto que se les rendía siempre fue importante. Es por esta razón que se acostumbraba dejar a su disposición ofrendas de cera y copal.
Los santuarios reciben un gran número de mariposas Monarcas, las cuales permanecen en México aproximadamente hasta el mes de marzo.
Estos hermosos insectos forman colonias en este país para protegerse del invierno. El clima de México le permitirá a la mariposa Monarca dar a luz. Esto es porque los árboles de oyamel les proporcionan a estos insectos las condiciones necesarias para que puedan crecer y reproducirse.