Metepec/Estado de México
Sin sana distancia y apenas algunos con cubrebocas, vecinos de San Bartolomé Tlaltelulco, en Metepec, se congregaron en la avenida principal para realizar de manera improvisada el tradicional Paseo a San Isidro Labrador.
Poco antes del mediodía llegaron al lugar familias completas que esperaron pacientes con frituras y refrescos la llegada de los danzantes hasta las 14:00 horas, quienes coincidieron en que este año más que pedir por una buena temporada de cosecha, su prioridad es la salud y el trabajo, pues ni el semáforo verde ha logrado el regreso de la normalidad a sus vidas.
Luego de haberse cancelado el paseo en el 2020 y sin permiso de las autoridades, los vecinos fueron convocados a través de redes sociales y pidieron hacerlo de manera local sin invitar a ciudadanos de pueblos cercanos, ello para cumplir con las medidas sanitarias y aunque la invitación se emitió semana y media antes, al lugar no llegaron patrullas o elementos de Protección Civil.
Para venerar al santo patrono de la agricultura los pobladores de San Bartolomé Tlaltelulco realizan más de treinta danzas tradicionales, como los sembradores, las piscadoras, los cañeros, los arrieros, las chichareras y las tlacualeras.
Lilia González, originaria del lugar, acudió con sus dos hermanas y 10 sobrinas a danzar como cada año de chichareras, todas para pedir por la salud de otra hermana que recientemente tuvo una operación que se complicó.
"Desde niñas venimos, somos oriundas de aquí y nuestros papás nos inculcaron la tradición, siempre venimos con una petición o agradecimiento, ahora es por mi hermana que está con problemas de salud y eso también se lo inculcamos ahora a las sobrinas hay que ser agradecidos y seguir con la tradición", comentó.
Feliz de regresar a danzar como sembrador Valentín Alcántara contó que desde los 6 años danza, pero con el tiempo lo dejó de hacer y la pandemia lo motivó a salir a agradecer la salud, vida y trabajo de los suyos.
"Ahora es de improvisada y todos llegaron con sus bocinas, pero el punto es no dejar perder la tradición, pedir o agradecer lo que tenemos, más en estos tiempos que la pandemia acabó con casi todo", comentó, al tiempo que recordó que la misma era motivo de premios al término y que mientras en años anteriores la danza duraba dos días, este años solo fue hoy, pues con temor de ser persuadidos por la autoridad salieron a danzar.