Xonacatlán
En el poblado El Espino, en Xonacatlán, la pobreza y la marginación flotan con el agua anegada desde hace ocho días en patios, ejidos, la parte baja de las viviendas y tiendas.
Los perros callejeros llenos de tiña, moscas que los persiguen y bolas de pelo con lodo, con suciedad son una fotografía que recorre cada una de las 500 personas y al menos 250 viviendas en la calle principal de este poblado aledaño a la carretera Toluca-Naucalpan, construida hace cinco años.
Desde entonces no hubo sino retroceso, se comunicaron los vehículos con mayor facilidad, pero fue la causa de las inundaciones cada vez que llueve en esta localidad.
Los vecinos debieron obligar al presidente municipal Carlos González para que recorriera el lugar.
Para ello, cerraron hoy la presidencia municipal por aproximadamente cuatro horas. A partir de las 11:30 el presidente municipal se quitó los zapatos y se hundió en el agua que atraviesa la calle Independencia, principal de esta colonia.
El olor en las casas es húmedo, la tierra se pega a las suelas y parece convertido en un tipo de barro que no se sale. El ambiente que se inhala en los hogares es a putrefacción, no hay alimento que dure más de un día, todo tiene aspecto de haber sido adquirido hace meses y apenas tiene una mañana.
Para caminar por estas tierras es necesario cargar a los niños, salir con botas de plástico o la mayoría lo hacen sin zapatos, ya en la calle 28 de enero, por donde se regresa el agua del río Lerma, buscan la forma de sortear los estragos de la temporada de lluvias.
El presidente municipal, reconoció que con la construcción de la autopista hubo errores, no consideraron los ductos ni tuberías necesarias para liberar el líquido que llega desde Otzolotepec y se une a la del Lerma, además de la que generan las lluvias y que ahora se regresa a los predios ejidales.
“Mi nieto tiene hongos, en la piel, brazos, piernas y pues le llevamos al doctor, dijo que es una infección en el estómago, el medicamento cuesta 600 pesos. Lo dejamos así, no tenemos dinero”.
A fin de construir un cárcamo de rebombeo -comprometido a principios de la administración en 2016- para resolver este problema, el ayuntamiento cuenta con un millón de pesos, el comisariado ejidal donará el terreno y presuntamente iniciarán la obra cuando concluya la temporada de lluvias. “Eso dijo cuando era candidato en el 2015”. Sin embargo, concluirá con el proyecto ejecutivo en 15 días, cuando ya habrá concluido el gobierno estatal.
Para atender las enfermedades que los vecinos desarrollaron con el agua sucia, el alcalde dice haber llamado a personal del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) quienes se encargarán de atenderlos; los afectados dicen que cada vez que llega una jornada de salud, llegan sin medicamentos.
El panorama no es alentador y parece que empeora porque el anuncio sobre la presencia de cinco días más de lluvias torrenciales por parte de la Conagua es inminente, aunque el presidente dijo que estar preparados para ello implicaría un importante presupuesto que no tienen.
El Becerraje, Porrero Chicho, San Elías, el Cecytem, también están afectados, unos son cultivos de maíz completamente perdidos y otras instituciones del nivel superior. “Para estar preparados necesitamos una gran infraestructura que no tenemos, el municipio por los recursos con que cuenta no tiene, está sujeto al apoyo del gobierno federal y estatal”.