Mientras los priistas sigan aplicando la complicidad como modo de vida política, difícilmente podrán volver a ocupar los espacios de privilegio que tenían en los cargos de representación popular, cuando si no ganaban, arrebataban en estados, municipios y congresos locales y federal.
Caso aún vigente -que así seguirá por los “favores” económicos y de movilización recibidos- es el Estado de México, donde Alfredo del Mazo Maza despacha como gobernador, luego de haber comprado una elección en la que la mayoría del ánimo ciudadano no los favorecía.
El III de la dinastía Del Mazo ha hecho todo lo necesario para que a su antecesor, Eruviel Ávila, no se le investigue por el mal uso y/o desvío de los recursos públicos en su gestión, que a luz del ciudadano común fueron más que evidentes.
El hoy senador, oriundo de Ecatepec, goza de esa complicidad y protección que los llevó a ser expulsados del gobierno federal de manera rotunda, y de los gobiernos estatales, municipales y Congresos locales que estuvieron en disputa, y el mexiquense, aunque repudiado, pasea su impunidad por todas partes.
Por fortuna y para justicia de su población, el gobierno municipal de Ecatepec, ordenó quitarle los policías locales que, lejos de atender su responsabilidad de protección ciudadana, estaban para custodia del ex gobernador.
Es un buen comienzo. Falta que el gobierno federal -que ofreció “perdón” a todos los pillos que ya se fueron-, actúe en consecuencia de su obligación constitucional de castigar por ley, a todos aquellos que actuaron al margen y por encima de la misma.
Si el presidente Andres Manuel López Obrador no permite que la autoridad competente investigue los escándalos del sexenio pasado y que son del dominio público, estará gobernando en clara violación a la Constitución que juró cumplir y hacer cumplir.
El pueblo confía en el buen juicio de jefe del Ejecutivo federal; sabe que es un hombre austero, honesto y de conducta republicana intachable. No solo marca agenda sino un nuevo rumbo y horizonte en el destino de la nación; tiene la fe y esperanza de un México que requiere con urgencia de claridad y certeza en el renacimiento de su prosperidad.
Apuntes finales...
La senadora y líder del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, sigue prácticamente desaparecida de los próximos escenarios electorales, de los que parece sentirse ajena o derrotada antes de que éstos inicien. Serán Baja California y ahora Puebla -por el extraño accidente en el que perdiera la vida Martha Erika Alonso- donde renovarán gubernatura, sus cinco ayuntamientos y 25 diputados al Congreso local, mientras que los estados de Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo, solo competirán por alcaldías y diputaciones locales. En el antes poderoso PRI, apuntan a no tener cuadros que puedan dar la pelea. Ni ganando Monterrey obtuvieron optimismo. Requieren nuevo nombre y nuevo rostro, de lo contrario, seguirán siendo de escasa o nula representación... Volviendo al reducido poder que los priistas aún conservan en el Edomex, donde todavía se conducen como si fueran tiempos del virreinato, las familias que han sido gobierno ahí no sueltan las dependencias de la entidad que por décadas han manejado. Alfredo del Mazo González y Alfredo Baranda, siguen colocando a incondicionales de ellos en la Secretaría de Comunicaciones de la entidad, de jefe de departamento para arriba. Así también, Emilio Chuayffet Chemor tiene el control de la Secretaría de Educación. En el Sistema de Aguas, es Ignacio Pichardo Pagaza el que hace y deshace y, para temas de proveedores, Arturo Montiel y sus hijos tienen prácticamente el monopolio de esos servicios... En el Estado de México no hay ley que exista ni castigo que se aplique a ex funcionarios, y si como tal te atreves a hacer alguna denuncia, te avientan la caballería, como sucedió con Isidro Pastor (tampoco de muy buena reputación) que por rebelde fue algún tiempo castigado... Y con más de la entidad del ex presidente Peña Nieto, en el exclusivo fraccionamiento San Carlos, de Metepec, siguen algunas patrullas cuidando casas de ex dirigentes del PRI y de algunos ex funcionarios. ¿Será que ya las pondrán a proteger a los ciudadanos?.. Oportunidad de oro tienen en el Instituto de Transparencia, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCDMX), su comisionado presidente, Julio César Bonilla Gutiérrez y demás integrantes del Pleno, para probar que organismos de esa naturaleza no solo tienen razón de ser, sino que deben crecer y fortalecer su autonomía, para que la transparencia en el ejercicio de los recursos públicos y el combate frontal a la corrupción, no se quede en los discursos. Son muchos los temas por revisar y en su caso sancionar, de la oscura etapa del actual senador Miguel Ángel Mancera al frente del gobierno de la ciudad. La experiencia adquirida en la FEPADE por Bonilla Gutiérrez, apoyado por Marina San Martín, que viene del hoy INAI y de la Auditoría Superior de la Federación, donde probó agudeza y talento en el ejercicio de su función, y aunado al conocimiento claro que sobre la materia tienen María del Carmen Nava Polina, Elsa Viviana Peralta Hernández y Aristides Rodrigo Guerrero García, habrán de llevar a ese Instituto al reconocimiento y respaldo de los capitalinos... La importancia política y económica que para el país tiene el estado de Puebla, harán que el proceso electoral que se avecina sea por demás interesante. Si el PRI no logra unirse ante el candidato que finalmente determinen, su futuro será el mismo tercer lugar que obtuvieron. Morena y el PAN se darán el agarrón de su vida, pero quiérase o no, Barbosa va con desventaja por el desgaste que acumuló derivado de su agria confrontación; porque los poblanos saben que no hizo campaña en toda la entidad; porque AMLO ya no estará en la boleta; por el error de no enviar representante a la toma de posesión de la efímera gobernadora, y porque el ambiente de polarización, sospecha y dolor por la trágica muerte de Martha Erika Alonso Hidalgo, se debe en mucho a la conducta que el partido Morena y su candidato asumieron. Y, por cierto, hablando de poblanos, hay uno que aunque lo tachen de arrogante, soberbio y clasista, es un hombre culto, preparado, experimentado, que debate como pocos, que conoce el uso debido del lenguaje y que le dice a las cosas por su nombre. Se trata de Javier Lozano Alarcón, político por los cuatro costados que, aunque lo nieguen, muchos lo quisieran para asesorarlos o defenderlos. El PRI en su tiempo, como el PAN recientemente, perdieron a un lúcido, hábil y brillante polemista, abogado y político. Y en estos tiempos, como escasean.
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