Con la antorcha encendida de la discordia, que levanta para polarizar más al país, y con la que parece querer incendiarlo todo a su paso para llevarnos al límite de nuestra tolerancia, de nuestra aceptación a su gobierno, Andrés Manuel López Obrador violó la Constitución y todas las reglas escritas y no escritas de la política, para prácticamente exigir a los mexicanos votemos por Morena, porque de lo contrario, dirá que fue fraude y pretenderá anular la elección.
Bien lo dice Salvador Mendiola, un hombre que como pocos lo conoció en la Universidad Autónoma de México (UNAM), y con conocimiento de causa lo describe, lo desnuda, para intentar sacudir conciencias, para despertar letargos, y nos deja casi una advertencia: “El Presidente, con su miserable ignorancia, está sembrando la semilla de la dictadura”.
Afirma don Salvador que el ocupante del Palacio Nacional no leía un libro en la facultad de Ciencias Políticas; que no estudiaba, que siempre veía la forma de que todo mundo le diera dinero para sus movimientos y revueltas que desde entonces orquestaba. “Hombre necio y encerrado en su cabeza enferma, de mente vacía”, advertía entonces.
Recuerda Mendiola que para Andrés Manuel López Obrador, fuera del PRI no había Revolución, y lo defendía aún luego de Tlatelolco.
Asegura que su madre le hizo creer que Dios lo convocó para salvar a México y se la creyó, pero lo lleva irremediablemente a la mayor catástrofe. “Ese es el hombre que hoy no sabe qué hacer a favor del país con el poder conferido, y en su enfermedad, ignorancia, odios y rencores, va a arrasar con todo lo que no le cuadre”.
Abunda el hombre de letras, que se decía marxista: “Tenemos que ofrecerle resistencia, modificar el rumbo, votar en contra de esta loca teoría del país que solo en su mente torcida existe.
Quienes tenemos muy claro que estamos mucho peor que cuando los voraces del pasado nos gobernaron, debemos hacer todo lo posible para convencer con argumentos claros, a indecisos o arrepentidos, que con Morena vamos rumbo a nuestra destrucción”.
Don Salvador Mendiola hace memoria y recuerda que fue el entonces Presidente Ernesto Zedillo quien alimentó la locura de López Obrador, al doblar las manos por su tibieza y darle dinero, montones de dinero, para que ya no cerrara o incendiara pozos petroleros y bloqueara carreteras.
Lamentablemente -agrega- prosperó su locura y hay quienes quieren seguir esperando que el desquiciado tabasqueño les resuelva la vida dándoles dinero, dádivas, despensas, con lo que creen que resolverán su miseria e ignorancia.
Extiende don Salvador su comentario para afirmar que todos los días en “la mañanera”, “la aburridora” como él le pone, sólo se escuchan mentiras, burlas, retos, ofensas, amenazas incoherencias, que lo único que logran es más encono, más frustración, más división, más decepción, por lo que quienes tenemos conciencia, amor a la patria y memoria histórica, debemos trabajar para corregir el rumbo y reconciliar a México.
De barba y bigotes largos y canosos por el paso de los años, dice don Salvador Mendiola casi para cerrar:
“Dios no les da alas a los alacranes pero el pueblo de México le dio alas a un escorpión y eso es más peligroso. No veo un mejor horizonte; los pueblos corruptos eligen gobiernos corruptos y éste es el mayor de nuestra historia. Sólo nos queda este domingo 6 de junio copiosamente salir a votar en un acto de conciencia, de madurez, de reflexión, para que nuestros días y futuro tengan mejor camino, mejor suerte”.
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