Como era de esperarse, decenas de millones de ciudadanos de las 32 entidades federativas le dieron la espalda a Andrés Manuel López Obrador por su pésimo desempeño como presidente de la república, así como a su dizque cuarta transformación y a su nefasta Morena que no dieron los resultados prometidos y que la ciudadanía esperaba por el “verdadero cambio de régimen” en el que ya no iba a haber corrupción, votaron por ellos en contra dándole una lección de democracia, de participación cívica y le demostraron que ya no hay fraudes, (como lo sigue anunciando el tabasqueño)y que el voto sí vale y cuenta.
Debemos reconocer que la firme decisión de decenas de millones ciudadanos que salimos a sufragar por un hartazgo insostenible de 29 meses de un presidente que ha cimentado su régimen en mentiras, en engaños, en seguir culpando a los neoliberales, a los fifís, que le dejaron un país endeudado y en banca rota, pero que el inquilino de Palacio Nacional, la ha incrementado en dos años, más que en todo el régimen corrupto de Enrique Peña Nieto.
El jefe del Ejecutivo ha cooptado a los poderes Legislativo y Judicial a los que tiene sometidos, a sus pies; sobre todo a la Cámara de Diputados Federal debido a que los incondicionales diputados morenistas vergonzosamente, le han aprobado todas y cada una de las iniciativas enviadas por el macuspano, sin quitarle siquiera una coma o un punto.
Es preciso recordar, que en las elecciones intermedias federales, desde la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León, (todos los jefes del Ejecutivo) han perdido la primera mayoría; fue en 1994 cuando el priista logró 300 diputados, en 1997 descendió a 239; en el año 2000 el panista, Vicente Fox Quesada, primer presidente emanado de otro partido político distinto al PRI desde 1928; obtuvo la primera mayoría con 208 legisladores, pero en 2003 perdió 55 curules.
De igual manera el otrora blanquiazul Felipe Calderón (quien tiene covid-19), asumió el poder con 206 diputados azules, pero en 2009 la ciudadanía lo castigó quedando con 143 legisladores; por su parte el nefasto sexenio de Enrique Peña Nieto, repleto de corrupción, que en el de López ha permeado a la alza, entró con 241legisladores y en la intermedia se redujo 203.
Ahora le toará a Andrés Manuel López Obrador quien entró en 2018 con 253 diputados lo que le dio mayoría simple, pero -seguramente- será derrotado y le bajarán alrededor de 50 o tal vez más diputados, por lo que verá reducido su grupo parlamentario de Morena y ya no podrá seguir mangoneando a su antojo la Cámara de Diputados Federal.
Respecto al padrón electoral -apreciable lector- está conformado por 93 millones 500 mil mexicanos de los que seguramente sufragamos cerca del 70% de éste, que será una votación intermedia histórica, también se disputaron mil 63 diputados locales de 30 Congresos; mil 925 presidencias municipales de 30 entidades federativas.
También, otro asunto importante de las elecciones intermedias fue la disputa de 15 gubernaturas, que Morena tampoco (¡oh my God!, no se llevará “carro completo”; porque en octubre del año pasado, le daban las encuestas el triunfo en 14 de éstas y ayer se adjudicará entre siete y ocho. Fueron más de 21 mil cargos públicos los que estuvieron en disputa.
Mientras tanto, Lorenzo Córdova presidente del INE aseguró que la jornada electoral fue masiva que se instalaron 162 mil 570 casillas en toda la república, correspondiente al 92% del total.
En éstas, las más copiosas elecciones intermedias de la historia de nuestro vapuleado país, tomaron parte 12 partidos políticos, dos coaliciones Va por México, conformada por PRI-PAN-PRD, y Juntos Haremos Historia, integrada por Morena-PT-PVEM. Además de Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza; así como de los nuevos Institutos Políticos, Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México, Partido Encuentro Solidario.
Debemos reconocer que fue una jornada ejemplar, millones de ciudadanos se volcaron a las urnas para sufragar y demostrarle al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que no le tolerarán más pifias, más mentiras, más resultados negativos que son desastrosos; los más de 12 millones perdidos por la pandemia no se han recuperado debido a que más de un millón de pymes no han podido reabrir sus puertas y se ve lejos la recuperación a pesar que Banco de México y el Banco Mundial, le auguran un crecimiento de más del 6 por ciento a nuestro país en lo que resta de otro complicado año, al igual que fue 2019 (sin pandemia), 2020 (el peor año en los últimos 90 años) y éste que de igual forma se antoja complicado.
Así pues, Andrés Manuel López Obrador, su cuarta transformación y su Morena, fueron reprobados por decenas de millones de mexicanos que no estamos dispuestos a seguir tolerando a un gobierno irresponsable, mentiroso, sin resultados positivos, que lo único que pretenden es mantenerse en el poder a base de chantajes, de echar culpas continuas y de menospreciar a la ciudadanía en general a la que el tabasqueño llama permanentemente mis adversarios, sabemos que AMLO no sabe ni le gusta sumar a los mexicanos, lo suyo es restar, dividir, para que haya envidias y rencillas entre los distintos sectores sociales de la república mexicana.
El rumbo político lo cambiamos decenas de millones de mexicanos, López Obrador recibió un severo revés, al igual que su 4t y su Morena, que no es más que una agencia de colocaciones en la que no se respeta el derecho a sus militantes.
Los más de 125 millones de mexicanos, hemos entrado a una nueva etapa, de reflexión, de meditación, ya le demostramos al gobierno lopezobradorista, que las mentiras cuestan y que se le cobraron sus respectivas facturas por sus mentiras continuas, sus resultados negativos, su pésima estrategia para llevar la pandemia que ha dejado casi 700 mil muertos y una lista interminable de yerros cometidos por el gobierno morenista.