Bullyng, mobbing, violencia en redes sociales, violencia de género, violencia psicológica, violencia física, violencia emocional, violencia económica, violencia sexual, una lista interminable, de tipos de violencia, según el ámbito donde se encuentren como la escuela, el trabajo, o la casa.
Lo cierto es que hoy vivimos una realidad, preocupante, pues la violencia continúa en ascenso, así como el nivel de crueldad.
Hoy nos asombramos de los índices de inseguridad y violencia que vivimos, hoy ya no hay lugar seguro.
Por una parte, tenemos instituciones encargadas de prevenir la incidencia delictiva, de procurar justicia, de garantizar la seguridad, pero resulta que entre sus filas se cuentan delincuentes, elementos sin compromiso con la gente, incluso líderes de bandas, y mandos coludidos con el crimen organizado, que hacen que la guerra contra los delincuentes nunca termine.
Pero estamos perdiendo el origen, todo, absolutamente todo inicia en casa, desde los adultos que comen con la boca abierta y los codos en la mesa, hasta aquellos que arrebatan vidas, porque en casa se enseñan modales, se enseñan valores, se enseña el valor y respeto a la vida.
Los niños cuando nacen, nacen limpios, pero los adultos nos encargamos de ensuciarlos, de mal educarlos, de sembrar semillas malas en ellos.
Los niños, cómo carambas no aprenden a decir mentiras, si cada vez que va el abonero a cobrar, el papá le pide mentir sobre su presencia.
Si el niño ve que el papá compra artículos robados, porque son más baratos.
Si los hijos ven que la mamá se roba artículos de las tiendas departamentales, porque nadie la ve.
Si los niños ven que su tío se dedica a asaltar en el transporte público y cuenta sus aventuras frente a todos.
Si los niños ven que papá cuando maneja, insulta, dices groserías y a la menor provocación arregla todo con violencia, pues claro que el también resolverá todo con violencia y por ellos hoy vemos estudiantes que no sólo atacan con palabras, sino ya también con armas de fuego.
Cómo queremos niños que respeten a las mujeres, si ven que su papá le pega a su mamá, si ve que resuelven los problemas a golpes, que no hay respeto.
Todo inicia en casa, como padres de familia podremos decir mil cosas a los hijos, pero sí ven lo contrario, eso es lo eficaz, pues es el ejemplo el que arrasa.
Existen “jefes” que tiene a su cargo personal, y ellos ejercen violencia en contra de ellos, y ellos llegan a su casa a ejercer violencia contra su esposa, la esposa contra los hijos, los hijos además de aprender el patrón peligroso de la violencia, ejercen violencia en contra de sus compañeros y animalitos, y así generamos un círculo de violencia que sigue abarcando más territorio, sin que nada lo detenga, porque estamos olvidando que todo inicia en casa.
Pero, hay historias de buenos policías, buenos servidores públicos, buenos padres de familia, buenos hijos, porque se criaron en una familia con valores.
Tengamos cuidado que sembramos en casa, porque será el reflejo de nuestra sociedad, porque todo se construye e inicia en casa.
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