Con todo el poder y una gestión marcada por la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, el huachicol, el cierre de las estancias infantiles, la crisis de medicamentos, el encarcelamiento de Rosario Robles, el periodismo bajo la lupa, también por sus conferencias mañaneras y el apoyo económico a amplios sectores de la población, el presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su Primer Informe de Gobierno con una aprobación del 61.8 por ciento. El evento, austero, republicano, cuya imagen comunica su ideología y proyecto de país. La clase política y algunos notables del ámbito empresarial entre los asistentes, “separada la política de la economía”.
Los gobernadores presentes. La soberanía en pleno.
Como siempre, las buenas primero y los déficits en materias de seguridad, salud, economía, empleo, después. Los datos del Presidente son los que valen, distintos de los indicadores de expertos nacionales e internacionales.
Optimismo, en términos generales, y el reconocimiento que la inseguridad y la violencia no se contienen. El horror del crimen organizado y los feminicidios sin espacio a la diatriba, la lucha contra la corrupción, columna vertebral de todo el hacer del Presidente.
Los detractores expresándose en una marcha en Paseo de la Reforma, al tiempo que se llevaba a cabo el Informe. Los intelectuales en una lucha sorda. Los periodistas padeciendo lo suyo. Al corte de caja del 1 de septiembre los déficits en la vida democrática, la legalidad, la compleja política exterior y la cultura parecieran no ser temas. Sus seguidores con él, a morir, sólo 37.3 por ciento de los mexicanos lo rechazan. El balance es claro.
El manejo y control mediático a base de una narrativa sencilla, dicharachera, empática, exitosa. “La mañanera”, la estrategia que dicta la agenda: califica o descalifica, aprueba o sume en el ostracismo a algunos. Los mensajes promocionales como los de los anteriores presidentes. Un lema de campaña parecido al de su antecesor: “Los compromisos se cumplen”. Las audiencias siempre a la espera del milagro de la Cuarta Transformación.
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@MargaJimenez4
