La violencia es un mal que sigue creciendo. Existe gente -de todas las edades- que roba, agrede y mata sin remordimiento.
No imagino cómo alguna persona puede vivir sabiendo que robó el patrimonio de una familia, que todos los días sale a trabajar, no imagino como esas parejas que se juran amor eterno, acaban con la vida de su pareja.
“Hombres” que roban la inocencia de niñas y niños, sin pensar que ellos también tienen familia.
Hay personas que han matado y llevan en su conciencia muchas vidas y hoy siguen sin hacer frente a la justicia del hombre, porque está claro que no temen a una divinidad.
Vivimos una época terrible, deshumanizada; necesitamos recobrar los valores, le urge a nuestro país una campaña nacional de valores, por todos los medios y también incluir el tema en las escuelas.
Recuerdo que en mi época de primaria existía una materia llamada Educación Cívica, que parecía muy obvia, pero en realidad reforzaba lo que nos decían en casa que era lo correcto, desde qué hacer si encontrabas dinero en la calle y veías a quién se le caía o qué hacer cuándo un adulto mayor necesitaba ayuda para cruzar la calle; la manera correcta de pedir las cosas y muchos ejemplos más, que no eran obvios, solo eran hacer lo correcto.
Hoy urge que regrese esa asignatura. Urge la campaña de valores.
En televisión -cuándo solo era canal 2 y 5- existía una campaña para manejar la ira; te invitaban a contar hasta 10; nos presentaban diferentes situaciones en casa, en el trabajo o en la calle, de cómo evitar hacer daño a una persona por una explosión de ira. Hoy, a la primera provocación al conducir te pueden sacar el machete o quitar la vida, las discusiones terminan en asesinatos.
Aquella época nos motivaba a ser buenas personas; hoy la televisión te invita a querer imitar la vida de capos, de mujeres de los narcotraficantes; te invitan a faltar el respeto a los padres, viviendo una juventud de drogas, alcohol y sexo.
Las relaciones son de tres, la televisión te motiva a esos estilos de vida porque no hay cimientos de valores en casa.
Hoy existen hasta caricaturas violentas, con malas palabras, que también afectan a nuestras niñas y niños; antes existían programas en televisión abierta que te invitaban a elaborar manualidades, a portarte bien, porque el Tío Gamboín lo recordaba cada tarde.
Esta sociedad que tenemos y vivimos es consecuencia de nuestro alrededor y sobre todo lo que consumimos.
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#VozDeMujer
