"El poder sin límites, es un frenesí que arruina su propia autoridad”. François Fénelon
Queridos amigos, les pido una disculpa de antemano pues habíamos acordado hablar del posible ocaso precipitado del sexenio de AMLO; sin embargo, hay que atender lo que está pasando en el mundo con la pandemia del COVID-19, que ya llegó a México y en el gobierno nadie hace nada.
El presidente López Obrador por estrategia o por ignorancia ha tomado a broma el grave riesgo de este nuevo virus que hasta el 11 de marzo pasado se convirtió en pandemia; sus comentarios, su incapacidad de reacción ante una crisis mundial, su indolencia e indiferencia, su poco criterio y conocimiento de la realidad, han hecho que se vea rebasado.
La sociedad, las empresas, las universidades han tomado las riendas para el actuar frente a este problema de salud pública y rebasaron el actuar del Presidente y de su gabinete; solo falta que no lo dejen ni acercarse a los hospitales como le hicieron a Peña Nieto (ese con quien no le gusta ser comparado) en medio de los sismos de septiembre del 2017.
El gobierno sigue operando con sus “otros datos” donde el pueblo es feliz, feliz; y felices ya no están ni en su gabinete. Es muy bien sabido que al Presidente no se le contradice si no se quiere ser removido o investigado por la UIF o la FGR. Y para no perder su empleo, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, sigue perfectamente la línea del presidente.
Pero hay que recordar que a López-Gatell en 2009 se le fue de las manos la Influenza H1N1, es una eminencia en su campo, la epidemiologia, al igual que Miguel Ángel Celis, el recientemente cesado ex director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía; pero parece que el sí quiere conservar su empleo; ya hasta dice incoherencias igual que su jefe el Presidente, al decir que “la fuerza del presidente es moral, no es una prueba de contagio” y que no tiene caso hacerle pruebas al Presidente por que tiene la misma probabilidad de contagio que cualquier mexicano, eso es cierto, pero no todos somos jefes de Estado, y sí tiene la misma probabilidad de contagio porque no ha salido del país a representar a México como debiera ser.
El Presidente cree que todo esto es una conspiración conservadora y puede ser si lo asemejamos con lo planteado por Naomi Klein en su “doctrina del shock”. Suponiendo que sea cierto de que tamaño va a ser el cambio en el orden económico mundial que adelantaba hace poco más de dos décadas Immanuel Wallerstein.
Pero mientras se descubre si esta teoría conspiracionista y catastrofista es o no cierta, de que está provocada por una guerra biológica, la realidad es que hay enfermos, que hay muertos, que ya llegó a México, que en México ya murió una persona y que el Presidente no hace nada.
La salud de la población y de la economía, a AMLO y a su gabinete se les fueron de las manos, si es que en algún momento las tuvieron bajo control, el dólar ya está a más de 24 pesos por unidad, con todo y la actuación de la Comisión de Cambios, la mezcla mexicana en poco más de 18USD, ¿qué están esperando para actuar?; hasta Trump, otro de los incrédulos que junto a Bolsonaro estaban en congruencia con no hacer nada por que no es cierto, ya cambió el discurso, uno donde se nota la preocupación por la catástrofe que se avecina.
Por cierto: Andrés Manuel sigue sin entender la gravedad de la pandemia mundial al no solo no implementar medidas de seguridad, como el cierre de fronteras o la realización de pruebas a los llegados en vuelos internacionales, pone en riesgo a la población al seguir en campaña para la revocación, perdón, en gira de trabajo. Celebró el 82 aniversario de la expropiación petrolera con más de 400 personas y sigue abrazando y besando a sus seguidores en sus recorridos, quizá quiera contraer coronavirus para martirizarse y recobrar la popularidad y aprobación que está perdiendo, o es que quizá sus amuletos son muy poderosos ya que lo protegen hasta de virus que ni vacuna tienen.
Y para variar: En medio de todo este caos de salud internacional que nuestras autoridades pasan por alto, los diputados aprovecharon para apruebar sin turnar a comisiones y sin dictamen la reforma que les permite reelegirse sin dejar el cargo, ¡que bonitos!, por cierto, fue propuesta por Morena y sus aliados. ¿Señor Presidente, esto también va a ser culpa de Felipe Calderón, o por fin se van a empezar a hacer responsables por el nuevo cochinero que están haciendo?
*Enlace Administrativo de la Coordinación de Posgrado de Derecho de la UNAM
Porfesor de la Facultad de Economía de la UNAM
