“Debemos estar dispuestos a renunciar a la vida que habíamos planeado, para poder vivir la vida que nos espera.”
Joseph Campbell
Esta semana el presidente de la República anunció que el próximo 4 de mayo presentará un plan para llegar a un acuerdo con la iniciativa privada a fin de contener las alzas en al menos 24 productos de a canasta básica entre los que se encuentran el huevo, pan, leche y pollo.
La realidad es que, aunque suena a una buena idea ya que esto aligeraría un poco la carga de las familias mexicanas, por otro lado, se puede estar hablando implícitamente de un control de precios, que en el mediano y largo plazo podría generar otras afectaciones como la aparición de mercados negros de los productos con precios controlados; lo que sin duda acrecentaría las actividades que ayudan al blanqueo de capitales por las distorsiones al mercado y finalmente quien lo paga es el consumidor final, que en su mayoría son trabajadores.
Esta escalada es sin duda la más alta en alimentos de los últimos 22 años al haberse situado en marzo pasado en 10.07% anual, cifra que solo se compara con febrero de 2000 cuando el indicador se ubicó en 10.06%. Los productos agropecuarios específicamente están por arriba del 14% a tasas que no se observaban desde 2013 cuando los factores eran debido a las heladas en el norte y centro del país, además de un brote de influenza aviar.
En la actualidad las altas tasas inflacionarias se están presentando en todas las economías del globo y por factores externos entre los que destacan el conflicto entre Rusia y Ucrania, también Estados Unidos va atrasado en su siembra de maíz y soya, el precio internacional de algunos energéticos y de los fertilizantes, por lo que el control que pretende plantear el gobierno poco o nada ayudará a contener las alzas sin control que se han presentado en los últimos meses.
Por cierto: Empieza a llegar la gasolina producida en las instalaciones de la compra concretada en enero donde PEMEX adquirió la refinería Deer Park sin embargo los 20,000 barriles de petróleo apenas es el 6% del total que interna la paraestatal al mercado interno, lo cual pareciera que tendrá que actualizarse el plan de autosuficiencia energética.
Y para variar: Si nunca fue obligatorio como tal, el uso de cubrebocas en espacios públicos cerrados y abiertos será opcional adelanta el Zar de la Pandemia en lo que será el nuevo manual de seguridad sanitaria en materia de trabajo, el cual tambien desaparecerá el llamado semáforo covid.
