Las corporaciones farmacéuticas y las autoridades mundiales de salud no van a las causas que originan enfermedades como la provocada por la pandemia COVID-19 que son la destrucción del entorno ecológico y la alteración de hábitos alimenticios contra natura.
Ni siquiera promueven, para bien de la humanidad, tal vez porque no sea negocio, la misma pirámide de la salud alimenticia de la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) que de llevarse a cabo por las personas podría ayudarles a fortalecer sus sistema inmune y evitar contagios masivamente.
Tan errados andan los organismos mundiales de la salud y las compañías farmacéuticas, ya sea por ignorancia, falta de avances de la ciencia o malicia comercial, que a estas alturas, los trabajadores del sector salud no saben siquiera lo básico para tratar a los infectados por el COVID-19.
El ejemplo más claro está en el reportaje que éste sábado 11 de julio publicó el diario El Universal donde la conocida como doctora “COVID”, Wendy Scarlett Hinojosa Basilio, quien dijo, según la entrevista hecha por Juan Pablo Becerra-Acosta, “no sabemos cuál es el tratamiento eficaz…”
No es posible que a estas alturas ningún organismo de salud mundial y los locales de cada nación tengan otra opción que no sea la de vivir como dependientes de una industria que está esperando a ver cuándo tiene lista una vacuna que aún falta por ver si será a eficaz para parar a pandemia.
Saben, seguramente, que la solución está en el estricto respeto a las leyes de la naturaleza y su apego al equilibrio ecológico mediante un medio ambiente limpio y sano. Esto es, empezando por promover una alimentación natural.
La solución definitivamente, para todas las edades, está en el apego a la naturaleza, el respeto y cuidado al medio ambiente y la práctica de una alimentación ciento por ciento natural que nos ayude a fortalecer nuestro sistema inmune para no depender de drogas farmacéuticas de por vida como lo pretenden los grandes comerciantes de fármacos.
¡Extra! ¡Extra!
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad histórica de llevar a cabo una verdadera revolución alimentaria que contribuya a cambiar el estado de salud en que se encuentra el pueblo de México. Para ello deberá diseñar todo un esquema sobre prácticas naturales de alimentación que vaya desde los libros de texto hasta universitario y en el sector salud. Sólo así será posible hacer frente a situaciones mundiales como pandemias pero además contribuirá a grandes ahorros en el sector salud, dinero que podrá ser destinado a otros proyectos.
*Presidente de la ONG Franature