Simplicio está perezosamente repantigado en su cómodo sofá frente a la gran pantalla de su televisor, viendo su telenovela favorita, ¨Al diablo con los guapos¨, cuando de repente aparece el feo Diablo en la pantalla y desvanece la imagen de la hermosa protagonista Milagros, la joven rebelde, extrovertida, soñadora y tierna a quien de cariño llaman Miligol (porque de niña vivía en un convento y ahí desarrolló un gusto muy grande por el fútbol, lo cual la convierte en la mujer perfecta que adora su galán Alejandro). En pantalla irrumpe el Diablo iniciando el diálogo...
Diablo: !Hola, Simplicio!
Simplicio: !Ay, maldito Satanás, qué hiciste con mi tele! ¿Por qué vienes a interrumpir mi descanso cotidiano? !Y mi telenovela favorita, ya estaba en el capítulo 175 y ahora no voy a saber qué pasó con Miligol y Alejandro!
Diablo: No te preocupes, Simplicio, al revés de lo que sucede en la vida todas las telenovelas tienen un happy end, y después de 174 episodios de conflictos entre Mili y Alejandro, al final logran estar juntos, puedes estar contento.
Simplicio: ¿Y tú cómo sabes, Diablo mañoso?
Diablo: Fácil, las telenovelas son uno de mis filones más ricos para seducir a los humanos y hacerles perder sus almas. He estado en este negocio desde sus orígenes. Y esta telenovela que tanto te gusta yo la produje, es un remake de la misma historia de la vieja telenovela argentina Muñeca Brava y ya sabes que Más sabe el Diablo por viejo, que por Diablo...aunque confieso que influí para que le cambiaran el título aquí en México, me gusta más eso de Al Diablo con los guapos. Pero mi favorita es Las tontas no van al cielo, especialmente el Crossover que logré que hicieran de un segmento con Al Diablo con los guapos, que fue transmitido en ambas telenovelas.
Simplicio: Pues me has traumado, voy a tener que volver a ver al psicoanalista.
Diablo: Pues no lo siento, Simplicio. Parece que la pantalla es la única manera de entrar en tu mente, te la pasas todos los días viendo televisión, apoltronado en ese sofá o entretenido con tu pantalla de la tableta digital, o la pantallita de tu celular...Necesitas una vida social, Simplicio, ver amigos, una mujer...
Simplicio: Gracias, tú que eres tan viejo te acordarás de la vieja telenovela del Paraíso...ahí tenías un papel estelar, de !villano!
Diablo: Bueno, no me salió tan mal el guión, le eché a perder el happy end a mi Gran Enemigo y tuvo que expulsar a Adán y Eva del Paraíso.
Simplicio: !Y todo por tu culpa!
Diablo: ¿Y yo por qué?
Simplicio: Por tu soberbia, Lucifer...
Diablo: Nadie me llama ya así, todos me dicen meramente Diablo aunque con adjetivos. Me gustaba ese nombre, Lucifer...Luzbel, portador de La Luz.
Simplicio: Pues es que desde que tu atea rebeldía causó tu caída, no eres mas que un diablo de pesadilla.
Diablo: !Yo no soy ateo! Sé que hay Dios, pero soy Anti-Dios, Satán, su adversario.
Simplicio: Eres Anti-Todo, todo lo bueno que crea Dios o el hombre lo corrompes. La mujer, ese gran invento de Dios lo pervertiste con tus falsas promesas; la radio y la televisión que fueron diseñadas para mejorar a la humanidad, han sido copadas por el malévolo comercialismo que has introducido y ya apenas puede uno escuchar algo de música por breves momentos pues aún las noticias las interrumpen bruscamente por computadora para meter comerciales. Y aún en los periódicos impresos has metido la cola y están llenos de publicidad, propaganda negra y casi pornografía con tanta foto. !Sólo Internet nos puede salvar!
Diablo: Ni lo pienses, ingenuo Simplicio, ya estoy desarrollando cómo interferir en internet a la Red Profunda (Deep Web), que contiene bases de datos confidenciales que protegen con programas especiales de computadora y también como controlar la Red Obscura (Dark Web) para utilizarla para actividades criminales, especialmente del narco y proteger la identidad de mis diablos que actúan como agentes secretos.
Simplicio: !Maldito Diablo! Tú eres el verdadero Jefe de la Mafia en el Poder...
Diablo: A mucha honra...
Simplicio: No, a mucha deshonra...
¿Continuará?
(17 Noviembre 2017)