El almacenamiento en la Nube, los MacroDatos y el Internet de las Cosas (interconexión digital de diferentes objetos cotidianos con internet) están convergiendo hacia un sistema tecnológico que compondrá la próxima Internet.
La Nube almacena y procesa información en los centros de datos. La analítica de los MacroDatos provee las herramientas para analizarlos y utilizarlos. Y el Internet de las Cosas conecta los dispositivos equipados de sensores, con las redes electrónicas de comunicación.
Esta creciente integración del sistema tecnológico está propiciando el declive del sistema de internet democrático, descentralizado y abierto. Amenaza con usar estos avances tecnológicos para contribuir a comercializar la identidad de las personas. La recopilación de todos los datos sobre los intercambios de los individuos, gracias a las múltiples maneras de vigilar sus transacciones y movimientos mediante cámaras y todo tipo de aparatos y registros computarizados, su almacenamiento en la Nube y el análisis de todos estos MacroDatos sienta las bases para mercantilizar (Mercantilización es el proceso de transformar cosas valoradas por su uso en productos comercializables que son valorados por lo que de ellos se puede obtener en un intercambio) a los individuos y poder vender sus perfiles para que sean aprovechados para conocer sus mentes, sus hábitos y cómo toman sus decisiones para venderles cosas más eficientemente.
La internet que se está desarrollando presenta problemas sociales significativos, incluyendo el poder concentrado en unas cuantas grandes compañías globales y los gobiernos con los cuales operan, la creciente militarización, la devastación ambiental (los e residuos están creciendo enormemente), la mercantilización generalizada de la información personal, la vigilancia sin precedentes y la casi universal automatización.
Para evitar estos problemas se requerirán personas que sean conocedoras de estos campos y estén alertas para distinguir la vieja de la nueva internet, la Nube del Internet de las Cosas y, por ejemplo, una empresa como Google de otra como Amazon. Para contrarrestarlos serán necesarios ciudadanos que piensen críticamente utilizando las herramientas conceptuales que la economía política y el enfoque cultural le proporcionan.
Por ello, para comprender los impactos que ya está teniendo y los que todavía puede causar en el futuro el mundo digital y principalmente la inminente transición a la nueva Internet se requiere más que meramente explicar los aspectos tecnológicos de la misma. Se necesita tener una perspectiva que incluya los impactos sociales y para ello hay que apoyarse en la Economía Política de la Comunicación, que ayuda a comprender las relaciones de poder que conforman el mundo digital, y en los Estudios Culturales, que nos ayudan a entender el significado de estos fenómenos.
El enfoque de la Economía Política nos lleva a examinar el poder de las actuales compañías líderes en tecnología, principalmente Apple, Google, Microsoft, Facebook, Amazon, etc., así como los Gobiernos cuyas agencias de inteligencia y ejércitos dependen de lo digital para proyectar su poder.
Y los Estudios Culturales son importantes porque nos explican cómo le damos significado en el mundo al progreso tecnológico, específicamente cómo invertimos en estas nuevas tecnologías de acuerdo a los deseos y los lazos emocionales de la comunidad en general o manipulados por unos cuantos agentes preponderantes del sistema.
En suma, aunque el mundo analógico, donde el contacto humano aún subsiste y es todavía importante en nuestra vida diaria, el riesgo de que los aspectos negativos de estos avances digitales predominen sobre los positivos está a la vista. Y no hay vuelta atrás en el camino a lo digital en el futuro, con el creciente intercambio computarizado.
Antes bien, se requiere incrementar el control ciudadano de las tecnologías claves, los datos que generamos y el uso que se les da, pensando siempre que a final de cuentas estos avances deben ser de utilidad pública para que la Internet del futuro sea plenamente democrática y no el dominio de unos cuantos conglomerados o gobiernos.
El mundo se ha estado transformando aceleradamente y en ningún campo esto es más evidente que en el de la Comunicación, que a la vez que se transforma día con día y está revolucionando la sociedad mundial. Esperemos que los movimientos sociales contribuyan a una sociedad igualitaria y democrática en la era de la Internet futura.