“Un hombre muere en mí, siempre que un
hombre muere en cualquier lugar asesinado”.
Jaime Torres Bodet
-Con la novedad Jefe, que faltan los trece elementos que patrullaban en Coatepec Harinas-. -Los sorprendieron un grupo de sicarios que parecerían ser de la Familia Michoacana o quizá de Los Rojos-. Fue una tremenda balacera. Todos los compañeros quedaron muertos, tirados ahí. Las unidades baleadas y ellos ensangrentados a media carretera, rodeados de casquillos percutidos y de un verdadero desastre. Otro de los horrores que nos toca vivir a cada rato. -¿Ahora qué les decimos a sus familias?- -Se jugaron la vida por once mil seiscientos pesos mensuales-.-El apoyo no llegó a tiempo a pesar que lo pidieron desesperados-. –¿Alguien nos podrá decir la verdad de lo que pasó?-. Esta vez fue en Coatepec Harinas, pero también lo hemos sufrido en Ecatepec, en el oriente del estado, en Toluca, en el poniente y en los municipios de tierra caliente colindantes con Guerrero.
Estos grupos de maleantes, brazos armados de los Narcos actúan con toda impunidad. Saben que la autoridad no hará mayor cosa y los que siempre salen perdiendo son la ciudadanía, los policías y sus familias.
-Eso sí Jefe, los malos siempre somos nosotros, según dicen-. -A nadie le importa si nuestras mujeres quedan viudas y nuestros hijos huérfanos o nuestros padres sin ninguna protección-.
Ah, pero eso sí, vendrá el homenaje, el velorio, aplausos, coronas de flores, el discurso y grandes fotos de los difuntos. El muerto al hoyo y los Narcos al gozo, paseándose impunemente por nuestras carreteras sin que nadie les haga nada. Hasta corridos les componen y son héroes en diversas series de televisión de paga.
No sólo la pandemia del Coronavirus tiene que atender el equipo del Gobernador del Mazo Maza como prioridad, sino la inseguridad que se ha enseñoreado en estas tierras y la violencia que asuela a los mexiquenses.
Lo ocurrido en Coatepec Harinas ha pasado también en otras entidades del país, pero el Estado de México no sólo es el más importante poblacionalmente sino que cuenta con el 14.72 por ciento de la policía del país (más de 308 mil elementos, entre municipales y estatales), y es la entrada a la Capital.