La robotización se hace más común cada día, pero no hay acuerdo entre los ingenieros ni los científicos y menos los sociólogos o filósofos sobre qué es un robot. Hay varias definiciones pero para simplificar digamos que es solamente el ¨contenedor¨ de la Inteligencia Artificial, el programa informático que puede tomar decisiones, capaz de interactuar mediante un dispositivo con su entorno.
Son programas informáticos, robots, los que nos contestan automáticamente por teléfono. Están en los automóviles, regulando muchas funciones, de hecho ya en Pittsburgh y otras ciudades del mundo están probando los carros que no necesitan conductor. Los robots están en las fábricas, produciendo automóviles y muchas otras cosas que auguran una nueva industrialización. Casi sin que nos demos cuenta están cambiando nuestra sociedad, la geopolítica mundial, e incluso nuestra manera de hacer y de pensar, nuestra identidad, quiénes somos.
El término se utiliza cada vez más más también para programas (comúnmente llamados bots) que actúan sin interacción mecánica sino de información especializada, como los robots financieros de los bancos.
Todo está ya ligado, la digitalización se expande y se estima que en menos de una década todas las personas del mundo podrán conectarse por teléfonos móviles o internet.
Se está generando una nueva estructura económica, una segunda economía, con la digitalización, la computación en nube y los avances en inteligencia artificial, junto con toda una serie de nuevos sensores, avances en biología y su fusión con estas tecnologías.
Para México esto representa un desafío más que nos presenta el siglo 21 ya que puede agudizarse la desindustrialización que provocó la apertura económica en algunos sectores que se dedicaron a importar más que a producir internamente, creando enorme desempleo y el crecimiento inusitado de la economía informal para compensar el problema.
Según un estudio recién publicado este mes del McKinsey Global Institute (¨Trabajos perdidos, trabajos ganados: transiciones de la fuerza laboral en una era de automatización", Diciembre 2017) para México se prevé que en 2030 la fuerza laboral dentro de 13 años sea de 68 millones de personas en el país. Ante un escenario de automatización media, en el caso de México para los dos próximos sexenios, 9 millones de trabajadores serían desplazados por robots y serán empleos perdidos a menos que esas mismas personas sean preparadas para tomar nuevos trabajos especializados.
Los robots y máquinas automatizadas serán usadas cada vez más en diferentes industrias, lo que eventualmente hará los desarrollos mucho más rápidos y eficientes, pero, al mismo tiempo, tendrán un impacto negativo en la generación de empleos.
Un mayor uso de la robótica puede ciertamente acentuar esa tendencia al desempleo y duplicar los efectos negativos a menos que el país esté preparado para el recambio de empleos. Por otra parte, si México no compite con robots para atraer inversiones se tendrá que enfrentar en los mercados de exportación con los competitivos robots de otros países emergentes que serán el imán de las inversiones extranjeras necesarias para el crecimiento económico.
Si no nos unimos en forma inteligente a la imparable marcha de los robots se puede obstaculizar el desarrollo de nuestro país, sobre todo ahora que con las dificultades del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica se debilita nuestra ventaja comparativa de bajos costes laborales y cercanía geográfica con Estados Unidos.
Enfrentar estos cambios requerirá gestionar la transición y prepararse para construir otro futuro a largo plazo y hay que hacerle frente, antes que nada, con cambios profundos en la educación orientada a la especialización tecnológica y científica que puedan cubrir las nuevas de trabajos especializados. Pero no puede hacerse sin el apoyo completo y la cooperación total de los maestros.
De nosotros depende no aceptar esta utopía negativa que nos amenaza y, por el contrario, reflexionar y actuar sobre nuestro futuro posible, un mundo feliz donde sean nuestros hijos y no los programados que quiere Sophia los que gobiernen a la Humanidad...siempre y cuando nosotros eduquemos bien a nuestros humanos descendientes para ese futuro.