Sé que ahora está jugando entre las nubes con papá Dios. Sé que también la volveré a ver alguna vez. Me despedí de ella dos días enteros y la tuve junto a mí, como siempre estuvo: de mi lado izquierdo, cobijada con mi brazo, recibiendo toda la energía de la que era capaz de darle.
Desde hace dieciocho años estuvo acompañándome todo el tiempo, todos los días, con gratitud y con nobleza. Poco usual para su clase. Ella vino alguna vez de Sud-África y encontró un hogar en donde siempre fue querida.
Cuando me la regaló mi hijo, tendría apenas dos mesecitos. Era totalmente blanca, con ojos amarillos. Callada, humilde, pero con un genio de la patada, cuando Tomás Blue Eyes quería fastidiarla de alguna forma. Tuvo tres crías, y todas las recibí yo en tiempo y forma. No dejaba que nadie se le acercara. Era impecable siempre y exigía lo que le pertenecía. Y yo era de ella.
Ayer en la mañana partió al reino de los gatos buenos, elegantes y tranquilos, Fresa Princesa. Era un buen ejemplo de lealtad e inteligencia. De destreza y de coraje. Pocas veces la vi enojada con la vida. Creo que pude darle todo el amor del que fui capaz. En verdad que tanto tiempo queriendo a alguien, es mucho para que de sopetón se pueda olvidar a alguien tan querido. Fresa ha sido mi mascota más amada los últimos muchísimos años que tengo de vida. Y le doy gracias infinitas al universo de haber podido estar acompañada de ella.
A la mejor, usted querido lector piensa que a mi edad ya todo está tergiversado… pero creo que no. Recién conocí a una extraordinaria neoyorkina Wendy Diamond que a raíz de haber apoyado a muchas mascotas, y de elaborar libros en relación a perros y gatos, emprendió la tarea de tener dentro de la ONU la organización WED: (Women’s Entrepreneurhip Day) que agrupa ya a 144 países del orbe.
Ayer apenas también, en el Tecnológico de Monterrey (campus Toluca), Chayo Velasco Lino, me dio un diploma como mujer filántropa, por la WED en donde ella es Embajadora del Edomex. Además del galardón “Torres Bicentenario” que es una réplica exacta de las mismas. Extraordinario.
Si una neoyorkina pudo apoyar en tiempo y forma a los animales que están alrededor nuestro y crear un mega movimiento…¿por qué dos toluqueñas no?