Queridos todos, hoy es un día triste, el recuerdo de los amaneceres idos, hoy tiene el rumbo del llanto, recordar a los amigos que se adelantan en el camino dejándonos huérfanos de la familia escogida no es ni será nunca una labor sencilla y menos aún agradable.
Hace ya cuatro meses que los ojos más enamorados de Toluca emprendieron el viaje eterno, para todos nosotros, los que tanto lo quisimos no existirá jamás resignación, si acaso el eterno sentimiento agridulce de saber que fuimos afortunados de haber coincidido en el tiempo y el espacio geográfico.
Donde quiera que estés Pedro Félix Macedo Aguilar, seguro que ahí el paraíso es aún más bonito.
Este homenaje que comparto hoy con ustedes está publicado en la Antología Poética Bilingüe publicada por la Academia de Poesía de Toluca, dependiente de la Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Agradezco a Ana Alicia Cordera, su presidenta, la invitación a integrarme compartiendo la palabra y por supuesto al muy querido maestro Francisco Javier Estrada, presidente de la Academia de Poesía del Estado de México dependiente de la Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, referente en México y el mundo de la poesía gracias a las más de 100 Casas del Poeta fundadas para hacer llegar la belleza de la lírica a todos los confines posibles.
Señor, señora, señorita, vendo
cantos de ruiseñor en
plegarias de tiempo…
Pedacitos de rumbo con andares de mañana
Coord. Alejandro Ostoa
Toluca, viva y mía…
Paloma Cuevas / Paloma Querida
En memoria de los ojos más bellos
que han fotografiado a Toluca:
Arq. Pedro Félix Macedo Aguilar
Amanece,
la niebla te cubre como desde siempre
casi 500 años, en tu haber
y desde el primer día,
juegas a esconderte de mí y de todos.
Eres “esa” niña pequeña que todo lo observa
desde el cerro del Toloche,
cerquita de la Iglesia del Carmen
no tienes miedo. Eres cauta, si acaso curiosa
el tiempo te ha enseñado a existir así.
El dicho no miente:
“Toluca: Buen gente, no mata namás taranta,
Quita cobija y echa barranca…”
Nada es gratis, “si la mula no era arisca”, dicen
y de tanto decirlo, les creímos.
Luces indecisas alumbran tu madrugada,
los trabajadores están por iniciar la jornada.
“Bella,” camiones transitan por tus calles
desconozco sus rutas o derroteros,
no me interesan de hecho,
Lo único cierto es que cada uno transporta sueños.
Si alguien lo sabe eres tú.
Te camino, te vivo, disfruto de ti
y ahora también en la nostalgia, extraño
a los que no han de volver a mirarte.
Toluca eres casa, madre, amiga, amante.
Ahora en el milagro de la subsistencia te respiro,
y en cada bocanada de aire, circulas en mi sangre,
Toluca, así te siento: viva, mía, sonrío…