Pese a que entre 1992 y 1996 recibió ayuda del gobierno municipal y del estado de México para construir un edificio para atender a niños con discapacidad, la Asociación de Motivación Pro Parálisis Cerebral Institución de Asistencia Privada (Ampac) considera que su proyecto inició como un elefante blanco pese al éxito que tuvo los primeros años de su creación.
La presidenta de Ampac, Margarita Concepción Caso Alfaro, actualmente está en busca de ayuda tanto económica como de promoción para poder contar en el corto tiempo con una mínima matrícula de 150 alumnos como en un principio los tenía para darle vida al proyecto que se vio mermado, principalmente, por la pandemia.
La estancia que actualmente representa se encuentra en un espacio de dos mil metros cuadrados que cuenta con aulas para capacitación y entrenamiento de los niños y jóvenes con discapacidad, incluso hay una alberca de hidromasaje cuyo costo de mantenimiento es algo elevado.
Durante el gobierno municipal del alcalde recientemente fallecido Héctor Guevara Ramírez, recibió la primera donación que consistió en un predio de 600 metros cuadrados. Después en la gestión del presidente municipal Felipe Ruiz se amplió a mil 200. Pero ante la gestión del gobernador Emilio Chuayfet Chemor lograron que se extendiera a 2 mil metros y que el gobierno les construyera todo el complejo educativo.
Sin embargo, Caso Alfaro asegura que la pandemia puso al Ampac en una situación de quiebra por lo que ahora requieren recursos para levantar nuevamente el mantenimiento de la construcción y poder dar albergue a los discapacitados además de contar con el personal necesario para la educación y tratamiento de los menores.
Caso Alfaro asegura que no sólo aceptan donaciones altruistas, apoyo de voluntarios, sino que también están en condiciones de recibir aportaciones en especie ya que el único ingreso con el que actualmente cuentan es con la venta de piñatas de cartón, por cierto, muy hermosas, que fabrican los alumnos con instructores especializados y que pronto estarán a la venta en la pastelería La Luna, en el centro de Coacalco.
*Presidente de la ONG Franature*