Fue difícil no escuchar una plática entre dos amigas, apenas nos separaba una mica de plástico y estábamos de espaldas, había música ambiental, pero sus voces realmente eran mucho más fuertes, yo estaba disfrutando mi tizana de frutos rojos y tratando de adecuar una agenda que no me volviera loca.
Pero realmente era imposible no escuchar, estuve a punto de emitir “mi humilde opinión”, pero era tan rápido el pimpón de la plática entre las dos jóvenes, que, pues sí, me resigné a ser oyente de esa conversación.
Algo que llamó poderosamente mi atención, es que ambas chicas se lamentaban haber hecho muchos cambios en su vida, en el ámbito laboral y hasta social para tener contentos hasta los que hace un par de días habían sido sus novios respectivamente.
Dejaron de frecuentar a su familia sobre todo a esas primas que las podían llevar al camino de perdición, según sus exparejas, se autoexcluyeron de las reuniones sociales de su trabajo para no dar motivos de celos, incluso ellas mismas habían dejado de verse por una larga temporada porque su tiempo libre tenía nombre y apellido, ósea los hoy exnovios.
En lo físico, argumentaban dietas, tratamientos de la piel, un proceso de blanqueamiento, cabello, uñas y con cita agendada para el aumento de labios y senos; pareciera exagerado, pero no, cierto, y muy real, pensé que no era malo darse una manita de gato, pero para ellas, pero era para dar gusto a alguien más.
Como buena periodista quería darles rostro a las voces que amargamente se contaban los días para cumplir 33 y 35 años de edad, donde no podían ser quedadas y tenían que cumplir con la regla social de casarse y tener hijos, ya lo tenían proyectado, además que decían que era difícil encontrar novio soltero.
Me levanté al baño, claro fui discreta para voltear, bueno, no tan discreta, pero las vi muy bien solo hasta mi regreso que ya se iban, realmente dos mujeres sanas que no dependían de nadie para moverse, auto suficientes para pagar su cuenta, simpáticas y atractivas. Realmente me puse a pensar mucho en la baja autoestima que a veces nos tenemos, que nos ponemos en oferta, que tratamos de cubrir necesidades ajenas por compañía, para no estar solas, o por cumplir una regla social.
No debemos olvidar que la piel se arrugará, los atributos físicos ya no serán tan firmes, el cabello se pintará cano, y si llevamos una vida sana quizá no necesitemos de ayuda para nuestras principales necesidades, además que el cuerpo cambiará, y quedará nuestra esencia, esa que nos hace únicas y únicos.
Ya sé que van a decir que el físico es lo primero que atrae, y es cierto, pero porqué cambiarnos para dar gusto a alguien más, porqué cortarnos pedazos para construir a alguien más que ni de nuestra familia es, lo que vemos frente a nuestro espejo es lo que tenemos, así nos tocó nuestro cuerpo, nuestra cara, nuestro físico y él nos acompañará siempre, tampoco esa vida virtual en la que los filtros transforman caras y cuerpos, alguien se enamorará de nosotros como somos, para alguien seremos su mundo, y si no llega hay que ser feliz con lo que tenemos, con lo que somos, porque de lo contrario seremos inmensamente infelices por no ser y tener lo que deseamos.
Vete al espejo, dite todo lo bueno que ves en ti, todo aquello que te hace única, quiérete carajo que te vas acompañar el resto de tus días. Acéptate y se feliz con tu reflejo.
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