Quien conoce el Estado de México como la palma de su mano y ha recorrido lo mismo las coordenadas territoriales que las políticas y las del servicio público es Ana Lilia Herrera Anzaldo que no será postulada como candidata a gobernadora del Estado de México. Se trata de una comunicadora de carrera, periodista, servidora pública de larga data, legisladora local y nacional; y priista siempre. De juicio templado y corazón bien puesto, acostumbrada a tomar decisiones difíciles.
Recorrió todo el estado siendo dirigente del Movimiento Territorial. Conoce a los mexiquenses de todos los municipios. Comunica empatía y don de mando, al mismo tiempo que conocimiento de los problemas de su estado, pero no le ha sido suficiente; las decisiones sobre las muy probables candidaturas dependen, todos lo sabemos, de quién o qué grupo apoya a cada aspirante.
La evidente postulación del PRI a gobernar el Estado de México, de la ex Secretaria de Desarrollo Social Alejandra del Moral, colaboradora y amiga del gobernador Del Mazo Maza; la del aspirante a la candidatura por el PAN, el diputado local Enrique Vargas; la del senador Juan Zepeda de Movimiento Ciudadano; y la de la senadora Delfina Gómez de Morena, fugaz ex secretaria de Educación Pública y amiga generosa del presidente López Obrador fueron los dados jugados en la mesa de negociaciones de los acuerdos que imaginamos y pronto conoceremos. La “Alianza Va por México”, por lo pronto, no se ha manifestado.
Surgen algunas preguntas: ¿se entregó la entidad a Morena? Lo cierto es que el gobernador Del Mazo Maza y el presidente López Obrador tuvieron una buena relación durante los años que han compartido gestión, lo que favoreció, sin duda, acuerdos de colaboración entre ellos, para nada menor, lo que contribuyó a las elecciones de 2021 en la entidad, propicias para el morenismo chapulín del PRI a Morena, que leyeron bien hacia donde soplaban los vientos. El partido del presidente ganó 30 municipios, entre ellos 9 de los más poblados. Así las cosas, adiós Ana Lilia.