En Palacio Nacional tienen muy clara la ecuación: la gente más desprotegida y los súper millonarios están con Morena.
Los primeros reciben los múltiples apoyos sociales, los discursos y la estrategia del Gobierno Federal, los 23 gobiernos estatales y todos los municipales de la 4T. Todos van contra el neoliberalismo, y a favor de las clases más necesitadas. Sienten que llegó uno como ellos al poder. Fueron “ninguneados” por muchos años. Hoy se sienten visibles.
Los segundos están viendo en este sexenio como se multiplican sus fortunas. Y si tienen constructoras, nunca pensaron facturar tanto en pleno siglo XXI con la fórmula keynesiana (el gasto público reactiva la economía y cubre la brecha o déficit de la demanda agregada). Y claro, abulta las chequeras de los que aparecen en la lista de Forbes.
Los que odian esta fórmula son las clases medias. Los que detestan el modelo son los que perdieron relaciones políticas, vieron golpeadas a sus empresas, y sufren la falta de dinero. Se cuentan por millones.
Pero la operación para convencer a un porcentaje de esas clases medias está en marcha. Primero, en el discurso de Claudia Sheinbaum y de la candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.
Lo mismo pasa en las 8 entidades que cambiarán gobernador. Desde la trinchera de la coalición Seguiremos Haciendo Historia, ahora se aplaude al que crea empleos, se reconoce a quien tiene a sus empleados en el IMSS, y ahora hasta se les ofrece una nueva temporada de relación cordial con los nuevos gobiernos (los que de ganar, tenderían puentes con los clasemedieros).
Claro, las críticas han sido tan severas, y los problemas económicos tan graves, que muchos millones primero muertos, antes de votar por la continuidad del lopezobradorismo.
Nos dijeron “aspiracionistas”, como si querer salir adelante fuera un pecado. Ese es el argumento, que con gran coraje se repite en todo País, y es quizá el grito de guerra de muchos que hará hasta lo imposible para que no se quede la 4T en su distrito, comunidad, región, municipio, estado y el país.
Pero el esfuerzo de “hacer las paces” con las clases medias continúa y para muestra, diez botones:
1.- El año pasado advertimos en este espacio, bajo el argumento del llamado de la 4T a las clases medias, que Miguel Torruco Garza sería un jugador en este 2024. Hoy está en plena campaña para conquistar la alcaldía Miguel Hidalgo en la CDMX.
2.- Pepe Chedraui, empresario que presume capacidad y experiencia, va con todo para convertirse en alcalde de Puebla y es el abierto proyecto para ser el candidato a gobernador en unos años.
3.- Pedro Haces Lago, que va con todo por la alcaldía de Tlalpan. El hijo del líder de la CATEM.
4.- Lety Varela, que se presenta como la animalera y quien acabará con el Cartel Inmobiliario, sin afectar a los inversionistas en la zona de Benito Juárez.
5.- Omar García Harfush, ex secretario de Seguridad Ciudadana, que trabaja para un escaño en el Senado de la República.
6.- Adrián Ruvalcaba, quien recientemente fue fichado por la izquierda, después de las “traiciones” que recibió de su partido, el Revolucionario Institucional.
7.- Gaby Jiménez, quien se presenta como luchadora social, cien por ciento obradorista y maestra en Administración Pública.
8.- Jorge Hank que coquetea con Morena para Tijuana o posiciones en Baja California, ya que el PRI ya no lo toma en cuenta.
9.- Romel Pacheco, el clavadista olímpico, campeón mundial y empresario que pide el voto en Mérida, de la mano del Huacho Díaz Mena.
10.- Estefanía Mercado, la empresaria quintanarroense que dirigió la Cruz Roja y quiere ser alcaldesa de Solidaridad.
Así hay centenas de ejemplos: Sheinbaum va por las clases medias.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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