A pesar de los múltiples vaticinios sobre la desaparición del Partido Revolucionario Institucional, después de que en 2023 ese partido perdiera la gubernatura del Estado de México, parece que se conculcan las prospectivas catastróficas para el tricolor en el arranque de las campañas mexiquenses.
Sin la presencia de un gobernador que en antaño dictaba la línea de las designaciones para las candidaturas, el escenario que enfrentaba la experimentada Ana Lilia Herrera Anzaldo, como presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI, prometía volverse caótico. Y es que, por un lado, los liderazgos, al sentirse sin gobernador, tendrían mayores incentivos para presionar y, por el otro, el proceso para un acuerdo entre los diversos grupos políticos de cada municipio o distrito implicaba diálogo y mesas de negociación con todos. Un trabajo sin duda complicado.
Si bien es cierto que algunos personajes, al no estar conformes con las decisiones o bien por cuestiones personales, han renunciado a sus candidaturas, lo cierto es que son contados los casos, pues de entre 128 candidaturas federales y locales, sólo siete priistas se han bajado del barco. Cada elección vemos inconformidades, nada nuevo.
La primera como es de todos sabido fue Alejandra Del Moral, quien renunció a la candidatura plurinominal para diputada federal por la quinta circunscripción. Las causas, ni ella misma fue clara. Le siguieron dos candidatas a diputadas federales por mayoría relativa, Carmen Rodríguez del distrito 12 de Ixtapaluca, por razones personales de salud, y Jazmín Jaimes del distrito 36 de Tejupilco, que si bien argumenta inconformidad, es vox populi la razón que la llevó a tomar la decisión.
Respecto de las candidaturas locales, según se da cuenta en medios y redes, se registraron dos bajas a diputaciones y dos a presidencias municipales. Los candidatos a diputados locales que se retiraron de la contienda son Gerardo Hernández Tapia del distrito 7 de Tenancingo y Ricardo Enríquez del distrito 24 de Nezahualcóyotl. En el caso de los candidatos a presidentes municipales, sólo se tiene la renuncia de dos: de Tequixquiac Jazmín Rodríguez Jiménez y de Malinalco María Dolores Medina.
El PRI, bajo la dirigencia de Ana Lilia Herrera, la libró en ese proceso que se vislumbraba incierto, pues traen desde la madrugada del 26 de abril a más de 120 candidatos, el 95 por ciento, recorriendo el estado. Falta ver cómo transcurrirán los siguientes 34 días de campaña y por supuesto qué ocurrirá el Día D.
Sin un liderazgo en la gubernatura, fue la dirigente estatal quien debió tomar las decisiones. Negociar con los grupos políticos, aguantar presiones y amenazas. Pudo gustar o no, pero hoy el PRI parece que la libró.
