La suma de gobernadores capturados recientemente, en proceso o tras las rejas, da un resultado negativo, de ninguna manera positivo.
Explico mi punto de vista. Expone al Sistema, al régimen y al partido gobernante. Como todo en política no es el qué sino el cómo; la forma es fondo.
Ver a Javier Duarte riéndose y haciendo bromas,vamos, burlándose, a Roberto Borge resistiéndose a la captura y casi llorando, a César Duarte huido pero que se rumora, se sabe dónde se esconde, a Rodrigo Medina y su incómodo padre en proceso, acosados por los medios de comunicación, a los Padrés, padre e hijo en problemas, el hijo recientemente liberado y el padre preso -trágico-, a Mario Villanueva disminuido y, como telón de fondo, a Elba Esther Gordillo, otrora lideresa poderosa del SNTE, con desmayo y delicado estado de salud tras las rejas, sin lograr por su edad la prisión domiciliaria.
Si bien es clamor de la sociedad que los delincuentes de cuello blanco estén tras las rejas, también exhibir la debacle del sistema, sea PRI, PAN, PRD, MORENA u otro partido o personaje, sometidos a la justicia no sólo institucional sino a la mediática se revierte, muestra a los otrora poderosos gobernantes o líderes, indignos, frágiles, grotescos, además de que los bienes y recursos que restituyen son ridículamente bajos en relación con lo sustraído de las arcas públicas o a los negocios hechos gracias al puesto o las cuotas, además de la irritación que surge por los procesos que vana paso muy lento.
Ocurre que después de las primeras imágenes, el espectador pide más show, más escarmiento, más rápido, más, más, vamos revancha popular; sólo así se sienten reivindicados.
@MargaJimenez4
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