Sin lugar a dudas, la tan anhelada, absurda, arbitraria y retrógrada Reforma Judicial impuesta por el mandatario Andrés Manuel López Obrador, que se llevará a cabo en septiembre próximo, en el que los grupos parlamentarios de Morena y sus rémoras del PT y PVEM, que inconstitucionalmente lograrán mayoría calificada en la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados.
Desde que fue dada a conocer dicha Reforma en febrero pasado a nivel nacional, ésta ha causado estragos, divisiones, controversias entre el mismo Poder Judicial que se ha acentuado más durante la semana pasada en los foros organizados por la actual legislatura en la que los más connotados juristas y hasta los más serviles de este régimen han diferido ampliamente en el contenido por ser populista e impositiva pues tiene la finalidad de someterse al Poder Ejecutivo, para de esta manera desaparecerlos por completo y ser el mandatario totalitario en una incipiente democracia mexicana.
Afortunadamente, le restan, 120 días al inquilino de Palacio Nacional para que concluya su gobierno que falló rotundamente a los más de 129 millones de mexicanos, a pesar de las promesas que el tabasqueño prometió desde su toma de protesta, quiere seguir demostrando que quien no se somete a sus órdenes y designios es despedazado paulatinamente por sus demostrados excesos de poder.
Esta reforma judicial es obviamente impulsada por la cuarta transformación en la que se pretende elegir por voto popular (decisión tomada sobre las rodillas), tanto a ministros como a jueces federales, así como a 5 mil 25 locales de las 32 entidades federativas de nuestro vapuleado país.
De acuerdo a cifras oficiales, son 4 mil 398 los jueces locales y 627 magistrados de tribunales estatales, haciendo una suma de 5 mil 25 cargos a elegir populistamente; es decir votados por la ciudadanía que desconoce completamente las entrañas de dicho poder. Agregados a los mil 688 cargos federales, pues sería absurdo que el “pueblo sabio” votara por los juzgadores a nivel nacional causando un caos total en el Poder Judicial, por una venganza e imposición más del mandatario López Obrador.
La elección para los cargos populares federales establece como límite para votarlos como plazo máximo en 2025; mientras que los cargos locales aún no tienen fecha límite, iniciativa por demás impositiva.
Dicha iniciativa expone y marca en su artículo 116 en su inciso tercero, que los mal llamados congresos locales (pues deben existir por lo menos dos cámaras), deberán empatar sus legislaciones con la federal con la finalidad de elegir jueces por voto directo y secreto. Y otorga como máximo un plazo máximo de 180 días después de la aprobación de la Reforma Judicial Federal para llevar a cabo las adaptaciones necesarias, aunque no fija una fecha para efectuar los comicios estatales.
Aunque claro está, sabemos que Morena tiene mayoría de Cámaras de Diputados estatales, que podrán definir un límite de aspirantes que favorezcan los intereses de los mismos gobernadores para asirse de las leyes a su arbitrio y por ende a un abuso descomunal de poder.
Es importante señalar que el proceso electoral de 5 mil 25 jueces y magistrados estatales, sería uno de los más complicados en su logística.
Absurdamente, dicha iniciativa de López Obrador “ordena” la elección por voto aunque no será abierta al “pueblo sabio”, actualmente, está integrada la Suprema Corte por 11 ministros que serán reducidos a 9. El Ejecutivo propondrá a 10 candidatos, el Supremo a otros 10, después de conseguir seis votos aprobatorios de los integrantes del pleno; además de 5 de cada Cámara, tanto de Diputados como de Senadores, de igual manera con el voto de la mayoría calificada de ambas.
Los nuevos ministros durarían en su cargo 8, 12 y 14 años, gracias a la votación adquirida en las urnas, entre mayor sean sus sufragios, más tiempo durarán en su puesto.
En dicha reforma se plasma que el Instituto Nacional Electoral tendría que organizar en junio del próximo año la elección de por lo menos mil 688 cargos, de los cuales únicamente 21 serán votados a nivel nacional, mientras que el resto serán divididos entre todos los estados.
Los cargos a nivel nacional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, serían nueve integrantes de la Corte, siete de la Sala Superior del Tribunal Electoral y cinco del Tribunal de Disciplina Judicial. Para cada uno de estos puestos, el presidente de la república y la misma Corte podrían nominar hasta 10 candidatos, mientras que el Congreso, cinco. En otro proceso electoral, se elegirían apoco más de cinco mil 25 jueces magistrados de los 32 tribunales estatales.
Sin lugar a dudas, la iniciativa de Amlo para reformar el Poder Judicial es una más para seguir apoderándose de nuestro país, aunque pretende vulgarizarlo, y de ínfima calidad, como lo hizo al nombrar a la ¿ministra? Lenia Batres Guadarrama, quien ha demostrado nulos conocimientos y supina ignorancia como ministra nombrada por López Obrador el 14 de diciembre de 2023. En todas las sesiones del Pleno de la Corte ha demostrado ineficiencia e ineficacia, sin aprenderse el protocolo de las sesiones.
Por cierto, Lenia Batres como miembro del Poder Judicial hizo, -como se esperaba- una paupérrima presentación en el Foro en la Cámara de Diputados, en el que se dedicó a atacar a la Suprema Corte de la que forma parte y en la que únicamente hizo el ridículo debido a su desconocimiento total en materia legal y judicial, demeritando el papel que hace una ministra en la corte.
La morenista, (por primera vez hay parcialidad en la corte, al haber nombrado a una militante de un partido político, hecho deleznable, ya que demostró que lo suyo es armar camorra en cualquier parte foro o escenario, pero que lo académico y lo técnico no es lo suyo, como tampoco lo constitucional, ni el código civil, mercantil o penal y que pasó de noche por las aulas.
Es vergonzoso que Lenia Batres haya sido nombrada ministra, debido al permanente autoritarismo del inquilino de Palacio Nacional, quien sigue decepcionando rotundamente a los mexicanos, su intención principal es despedazar para liquidar la democracia que tantos años nos costó a los más de 129 millones de habitantes de nuestro país, así como el asirse de los tres Poderes de la Unión. Además de los nulos resultados que ha obtenido su ineficaz e ineficiente gobierno.
AVIANCA, BRINDA PÉSIMO TRATO A PASAJEROS
La empresa colombiana de aviación Avianca, tiene en el mostrador del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que brinda un pésimo servicio a los pasajeros y clientes a través del barbaján trabajador que responde al nombre de Aarón Valencia, quien además de lépero e inepto, trata sin una pisca de educación a los clientes, además de ser prepotente y déspota, quienes religiosamente pagan sus respectivos boletos de dicha línea para trasladarse a distintos puntos del continente y del orbe.
El jueves pasado este remedo de empleado, Aarón Valencia, llegó tarde al mostrador pues -según- comentaron trabajadores el NAIM la apertura de los módulos de mostrador de Avianca es a las 9:25 de acuerdo y no a las 10 horas, que inició actividades dicho sujeto y ya con una fila de más de 30 personas que aguardaban ser atendidos por empleados de mostrador de dicha aerolínea colombiana.
Por fin se abrió el módulo y la primera de la fila era mi hija, quien mi hija iba a volar por Lufthansa el día miércoles, pero personal de dicha aerolínea le llamó el martes pasado para expresarle el que el vuelo estaba cancelado -seguramente- lo sobrevendieron, pero que la habían incluido en un vuelo del jueves a las 14:00 horas pero que era por Avianca.
Así pues, el jueves pasado, desde muy temprano nos trasladamos con mi hija al NAIM, para checar su pase de abordar, llegamos al filo de las 9:00 horas al mostrador, siendo mi hija la primera en la fila, una espera de una hora, al abrir, lamentablemente le tocó que la atendiera este sujeto de nombre Aarón Valencia, quien es un auténtico barbaján, prepotente, de malos modos y con un (asqueroso chicle en la boca que mostró continuamente), rumiando cuál vil cuadrúpedo, abriendo la boca a todo lo que le daba, con malos modos le dijo a mi hija que el vuelo estaba sobrevendido y que le daba “preferencia a sus clientes” no a personas que venían de otra aerolínea, regresándola a Lufthansa, porque ellos tenían que hacerse cargo del asunto.
Por fin, después de 10 llamadas y esperar en la línea por más de 30 minutos, una empleada de Lufthansa le explicó a mi hija que su asunto ya estaba arreglado desde un día anterior y que estaba en la lista de pasajeros de Avianca y que el vuelo sería a las 14 horas con rumbo a Bogotá, capital de Colombia.
De nueva cuenta mi hija tuvo que regresar a que la “atendiera” semejante patán, poco hombre y cobarde, de nombre Aarón Valencia, argumentándole lo mismo que no podía viajar porque “solo era para sus clientes” que además tenía que comprar un boleto de regreso, lo que se llevó a cabo.
Ya muy molesta e indignada mi hija, le explicó que Avianca era responsable de su vuelo, este inepto sujeto de nombre Aarón Valencia que no le daba acceso al vuelo, le argumentó textualmente y en tono de absoluta prepotencia y de mala gana (exhibiendo su asquerosa goma de mascar): “yo decido quién pasa y quien no, le doy prioridad a mis clientes”, a lo que mi hija sin faltarle el respeto a este patán, se dio la media vuelta para irse a otro mostrador para que la atendieran.
Afortunadamente, mi hija sin perder la calma y la cordura, se pasó a otro mostrador en donde la atendieron amablemente y con eficiencia de primer nivel, dos señoritas muy atentas, que le dieron el trato afable, disipando sus dudas y dándole acceso a dicho vuelo. Ambas chicas le afirmaron que efectivamente su lugar estaba apartado en dicho vuelo y que por supuesto ese lugar la convertía en cliente de Avianca. Y así fue como las dos amables señoritas le dieron acceso para que abordara el vuelo.
Es lamentable, que Avianca, una empresa con prestigio internacional no califique de manera eficiente a sus trabajadores como el barbaján de Aarón Valencia, quien debería ser despedido, porque sin lugar a dudas, este tipo debe tratar mal a quien le da su gana y eso va en detrimento de Avianca y abre el mostrador a la hora que mejor le plazca y no a la que tiene que abrir y llegar a tiempo.
Es importante que los directivos de Avianca tomen cartas en el asunto, supervisen de cerca a su personal, deberán ser más precavidos, cautelosos y selectivos a la hora de realizar contrataciones, porque es evidente que el patán de Aarón Valencia, no cumple con los mínimos requisitos para laborar en dicha línea aérea ni en ninguna otra, por lo que pone en evidencia a dicha empresa y la desprestigia.
Por cierto, en el vuelo de cinco horas que partió de la Ciudad de México rumbo a Bogotá, capital de Colombia, no dieron alimento alguno ni tampoco bebidas a los pasajeros, todo lo que se pidieran se cobraba, con decirles que hasta el agua se tenía que pagar. ¡Muy mal por Avianca!
