Acostumbrado a violar flagrantemente nuestra Constitución y las leyes que de ella emanan, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, está decidido a hacerlo una vez más, al querer tener una sobrerrepresentación de diputados en la próxima LXVI Legislatura Federal que se instalará a partir del primero de septiembre próximo y desea que se instale con mayoría calificada, integrada por los grupos parlamentarios de Morena y sus rémoras del PT y PVEM.
El tabasqueño desea que sus 20 iniciativas sean aprobadas sin quitarle alguna, pues desea consumar su venganza contra el Poder Judicial, aniquilarlo y hacerlo regresivo al menos 100 años, para que dependa directamente del presidente de la república, y esté de hinojos, como lo está el Legislativo, y de esta manera dar el coletazo final a su fracasada cuarta transformación y quedar con más de 370 diputados federales, de 500 totales y de esta manera, hacer añicos nuestra Carta Magna. Amlo insiste en ser el dictadorzuelo y el poder tras el trono, es decir el caudillo del siglo XXI.
Es inconcebible mencionar que los comicios electorales del pasado 2 de junio estuvieron plagados de lagunas que parecen océanos, de un consumado fraude porque hasta hoy, la presidenta consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, sigue sin dar explicación alguna a la nación entera de los motivos por los que se “cayó” el sistema electrónico entre las 20:00 y 22:00 horas y ella calló.
La consejera presidenta, de extracción morenista Guadalupe Taddei, es una subordinada más de López Obrador, pues no olvidemos que el tabasqueño la impuso en dicho cargo para manipular a su antojo al INE. Al parecer todo indica que el fraude para que ganara Claudia Sheinbaum estaba fraguado y darle el triunfo a la coalición Juntos Hacemos Historia… de Terror.
Dicha coalición estuvo conformada por el Movimiento de Regeneración Nacional, por el Partido del Trabajo y por el Partido Verde Ecologista de México, que por cierto, en ningún momento, se opuso o protestó para evitar el terrible ecocidio cometido por Amlo y la autollamada 4T en la construcción del Tren Maya en el sureste de nuestro vapuleado país, al permitirle sin mediar inconformidad o declaración alguna de por medio, del derribo masivo de 10 millones de árboles, aunado al aniquilamiento de la flora y fauna endémica de dicha zona. Recordemos que el inquilino de Palacio, declaró perversamente “que no se iba a derribar ni un solo árbol”.
Los rémoras de Morena, dizque ecologistas, son cómplices de dicho ecocidio infame y arbitrario que acabó con la pérdida de la biodiversidad, de la aniquilación de los recursos naturales, de miles de especies endémicas, de plantas y miles de hectáreas de bosques y de manglares.
El concepto de ecocidio no es nuevo, pero desde el año 2021 le dieron una definición jurídica, que transcribo completamente: “En concreto, cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves, extensos o duraderos al medio ambiente”.
Sus creadores son un panel de 12 juristas impulsados desde la sociedad civil que pretenden que el delito se incorpore como el quinto crimen contra la paz en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI).
Es por ello, que es imperdonable la omisión y el silencio absoluto de todos los militantes y del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ante la magnitud de este desastre ecológico y de medio ambiente, perpetrado por Amlo y su 4T para satisfacer una de sus “magnas obras”, el Tren Maya, repleta de corrupción, debido a que su presupuesto inicial fue de 150 mil millones de pesos y hasta hoy van más de 500 mil millones de pesos y falta mucha obra para concluirlo.
Claro está, el silencio lo cambiaron los verdes por curules en las Cámaras de Diputados locales y federales, así como en la de Senadores y miles de millones de pesos de prerrogativas, aunado a los arreglos en lo “oscurito”.
El artículo 54 Constitucional explica: “la elección de los 200 diputados según el principio de representación proporcional y el sistema de asignación por listas regionales, se sujetará a las siguientes bases y a lo que disponga la ley”.
En su Fracción IV expresa: “Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios”, (de mayoría relativa y de representación proporcional).
Fracción V: “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida. Esta base no se aplicará al partido político que, por sus triunfos en distritos uninominales, obtenga un porcentaje de su votación nacional emitida más el ocho por ciento.
VI. En los términos de lo establecido en las fracciones III, IV y V anteriores, las diputaciones de representación proporcional que resten después de asignar las que correspondan al partido político que se halle en los supuestos de las fracciones IV o V se adjudicarán a los demás partidos políticos con derecho a ello en cada una de las circunscripciones plurinominales, en proporción directa con las respectivas votaciones nacionales efectivas de estos últimos. La ley desarrollará las reglas y fórmulas para los efectos.
Lo refuerza la Ley Electoral: “sobrerrepresentación legislativa, es la desproporción o distorsión que se puede presentar en el régimen de representación política en el Poder Legislativo entre el número de espacios existentes y el número de habitantes representados en cierto tipo de extensión territorial, con efectos negativos en el criterio de igualdad individual de los votos. Por sobrerrepresentación se entiende que un partido político obtiene, en función de determinados mecanismos electorales, un porcentaje de curules superior al porcentaje de votos obtenidos o permitidos por la ley”.
De esta manera, nuestra Carta Magna y la Ley Electoral es muy explícita , por lo que Morena y sus aliados del PT y PVEM, no podrán tener más de 300 diputados por ambas representaciones y despacharse con la cuchara grande, por lo que el Instituto Nacional Electoral (INE), que dirige la morenista Guadalupe Taddei, no podrá otorgar más diputaciones federales de representación proporcional a Morena porque violaría flagrantemente la Constitución, así como la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE).
Por lo que conforme al artículo 44 numeral 1, inciso u) en relación con el artículo 327, ambos de la LGIPE, el Consejo General del INE deberá proceder a la asignación de diputaciones federales electas por el principio de Representación Proporcional (RP), una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), resuelva las impugnaciones interpuestas a más tardar el 23 de agosto próximo.
Recordemos que las 200 diputaciones de Representación Proporcional se repartirán con base en el porcentaje de los sufragios obtenidos por cada partido político en cada una de las cinco circunscripciones en las que están divididas en toda la república mexicana. Los partidos deberán obtener un mínimo del 3% de la votación emitida para poder aspirar a obtener diputaciones por esta vía y le sean asignadas.
Así pues, será hasta el 23 de agosto próximo cuando el INE reparta las 200 diputaciones de representación proporcional a todos los partidos políticos para que quede integrada la LXVI Legislatura Federal.
Seremos testigos que el INE y el Tribunal Federal Electoral actúen conforme a los principios rectores de las elecciones en México: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.
LA CFE CON TARIFAS Y COBROS EXCESIVOS
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), está enviando a todos los hogares mexicanos recibos con cobros excesivos que van desde el 100 por ciento hasta el 500% del consumo de luz de un bimestre.
Existe un gran número de quejas contra la mediocre CFE por sus constantes apagones en los que se funden aparatos electrodomésticos, como hornos de microondas, refrigeradores, pantallas, aparatos de sonido, computadoras y más enseres, sin que dicha compañía que dirige el “honesto” y experto en caídas del sistema electoral (el mero día de los comicios), el poblano Manuel Bartlett Díaz, enemigo acérrimo de Andrés Manuel López Obrador (hasta el 2018) porque hoy es uno de sus consentidos. Cómo da vueltas la vida -apreciable lector-.
Lo más delicado del asunto, son las declaraciones del expriista Bartlett, quien pese a dar un mediocre servicio a los hogares mexicanos, la CFE, asegura que la inversión es historia a dicha paraestatal, sin “aumentar las tarifas”, ¡vaya cinismo!, y que se logró el rescate de la empresa que genera el 54% de electricidad.
El “mago de las elecciones”, Bartlett Díaz dijo que se destinaron 20 mil millones de dólares para fortalecerla y que existen 22 proyectos de energías limpias (¿?). Y que “posee una sólida posición financiera ahora y hacia el futuro”.
Todo es “miel sobre hojuelas” según el poblano, pero la realidad es otra, pues las quejas por los cobros excesivos y abusivos de parte de la CFE subirán de tono en los próximos días, pues centenas de miles de usuarios ciudadanos no estamos dispuestos a pagar por un servicio eléctrico del tercer mundo y de ínfima calidad.
