Qué extraordinario gastadero en las campañas. Qué inversión tan asombrosa de recursos de todo tipo. Marketing a todo lo que da, más el desprestigio de todos contra todos. Tal pareciera que están vendiendo su alma entera y ofreciéndosela a usted querido lector, al precio que fuera. A como diera lugar y pasara lo que pasara. Atiborrándonos de información y haciéndonos perder tanto tiempo. Triste.
Asombroso. Creo que nunca vimos que dos partidos opuestos: uno de izquierda y otro de derecha estuvieran luchando por lo mismo. O que existiera un movimiento naranja que ha pegado con su “cancioncita pegajosa”, tuvieran a un candidato. Muchos ex priistas organizados en partidos nuevos.
¿Y qué tal si se unieran y se dedicaran a organizarse, a unirse y a apoyarnos a todos? ¿Sin que se vulnerara ninguna Constitución y se eligieran a los hombres y mujeres más importantes, sensatos, inteligentes y dignos de nuestro país?
No necesitamos perdedores. Necesitamos ir todos a ganar-ganar. Y entre los equipos, creo, existen extraordinarios seres humanos que realmente quieren, conocen y aman este México nuestro. Personas que se han preparado y que sí saben cómo implementar políticas públicas para mejorar ante todo, la extrema pobreza de este país. Más la inseguridad, más la delincuencia organizada. Es de pavor.
Me encontré recién un documento interesante de hace ya cinco años que dice: Además de las 53.3 millones de personas en pobreza, existen 33.6 millones en extrema fragilidad de caer en esa condición, sostiene el representante de Amnistía Internacional… la magnitud de la pobreza en México "podría ser aún más escalofriante" de lo que indican las cifras dadas a conocer por el CONEVAL, que sostiene que 53.3 millones de personas se encuentran viviendo en situación de pobreza.
"La pobreza es un grave problema de derechos humanos.
Cuando hablamos de pobreza hablamos de falta de agua, de falta de acceso a servicios de salud y educación, de ausencia de una vivienda digna, de hambre. Por eso la lucha contra la pobreza debe poner los derechos humanos en el centro y adoptar un enfoque de derechos que permita garantizar una vida digna a todas las personas en México", señaló Daniel Zapico, representante en México de Amnistía Internacional, entonces.
El organismo de derechos humanos señaló a través de un comunicado que la mayor parte la población en México, al menos 86.9 millones de personas, sufren al menos una carencia social, lo cual significa que además de las 53.3 millones de personas pobres, existen 33.6 millones en una situación de extrema fragilidad ante el riesgo de caer en la pobreza. Ante tal escenario, AI consideró que la pobreza en México se ha alimentado de la falta de voluntad de las autoridades, que al tiempo que se han comprometido a poner fin a la pobreza se han quedado cortas al momento de implementar políticas efectivas para combatirla. Eso fue ya hace cinco años.
En este sentido, aunque consideró positivo que se asuman compromisos para combatir el hambre, por ejemplo, advirtió que no han establecido objetivos claros y medibles, plazos y acciones específicas.
En 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El Pacto obliga a las partes a reconocer y aplicar progresivamente los Derechos económicos, sociales y culturales (DESC), incluidos los derechos laborales, a la salud, a la educación y a un nivel de vida adecuado, pero no incluye ningún mecanismo por el cual estas obligaciones puedan ser legalmente exigidas. A marzo de 2016 ha sido firmado por 45 Estados, y ratificado por 21.
Detalló AI que para cambiar la tendencia que se ha venido dando en cuanto al crecimiento de pobres en el país, y que por ende arrastra a la entidad, es necesario dar un giro a la aplicación de los programas sociales, ya que su fracaso radica en que no se le ha puesto la debida atención a las personas que son vulnerables a ser pobres, toda vez que actualmente las políticas de combate a la pobreza por parte del gobierno federal se enfocan a la pobreza extrema.
El número de personas en vulnerabilidad de caer en pobreza por una crisis económica es mucho mayor, lo cual ha denotado que en las tres crisis que ha tenido el país desde 1995 hasta el 2010 se haya incrementado la cantidad de personas que viven en pésimas condiciones. Agregue usted las que se han acumulado en ocho años más.
Entonces… ¿por qué no enfocarnos hacia quienes se mueren de hambre, hacia los niños y niñas huérfanos, hacia las niñas de diez años que se nos están embarazando, hacia la salud y las medicinas que les están dando caducas a los niños en hospitales del norte del país… y nos damos a la tarea de pedir que se junten los más inteligentes y preparados seres que realmente aman a México, y votan antes que nada por México?