El ex gobernador Ignacio Pichardo Pagaza, apareció de nuevo. Sencillo, inteligente y digno. Rodeado de todos quienes de alguna manera hemos tenido la suerte de trabajar con él y acompañarlo en el transcurso de muchísimos años. Además de su familia: su queridísima Julieta, y sus hijos Ignacio y Julieta también. Su hijo Alfonso no está en México.
Lo hizo, después de una muy larga recuperación, después de su caída hace casi siete meses en Valle de Bravo, el 27 de enero. Es un guerrero. Parece ser de nuevo una “prueba superada”. El universo se confabuló, para que así sucediera. Qué alegría.
Presentó su más reciente libro, “Anatomía de un gobierno singular”, seis años con Carlos Hank, 1969-1975, que trata de sus recuerdos con detalle, con anécdotas, narraciones y mucho esfuerzo compartido, editado por el enorme Colegio Mexiquense, A.C. Allí estuvo por supuesto la hija del profesor: Maricela Hank Rohn.
Ignacio Pichardo reúne mil requisitos para escribir lo que se le dé la gana. En principio, vivió todos los acontecimientos que cuenta, de muy cerquita. De muchos no sólo fue partícipe, sino también el generador. Muchos él los organizó, como el de los 140 mil muchachos que fueron a Avándaro. Y todo en orden y en paz, siempre avalado por su maestro Hank.
Platica cómo Hank se las ingenió en transformar una entidad agrícola, en un en un poderoso centro de desarrollo económico. Se las ingenió para regularizar miles de lotes invadidos e irregulares, que carecían de servicios, como Nezahualcóyotl. Lo logro, dice Pichardo: con talento y audacia. Y con un gran equipo de jóvenes, de hace 50 años, que se las ingeniaron para dejar una entidad de privilegio, con un gran gobierno.
Ignacio Pichardo aprendió la manera de manejarse con gran rectitud y responsabilidad, con inteligencia y con personas entrañables que aún son sus amigos. También con la bendición de su maestro y amigo.
Carlos Hank ha sido y será una parte fundamental en la historia de este Estado. Y el libro presentado por Pichardo, un texto para los políticos que aspiren a convertirse en alcaldes o gobernadores de sus entidades. Ojalá lo entiendan.
Como su ex vocera, escribo esto, porque me dio muchísimo gusto que ese hombre estuviera parado de nuevo. Nada fácil, si sabemos cómo ha peleado esta nueva batalla contra la terrible caída que sufrió. Es claro, un guerrero.
Veo en el texto, en la página 130 que menciona a mi suegro Luis Felipe Canudas Orezza, quien alguna vez fue ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que entonces era director general Jurídico de la Secretaría de la Reforma Agraria, y después fue subsecretario de la misma dependencia. A él le fue encomendada la creación de un fideicomiso de Ciudad Neza.
Fue el entonces secretario Gómez Villanueva que se lo expresó así: El mejor camino en este caso, es la creación de un fideicomiso. De hecho, en este momento estamos operando una situación parecida en su complejidad y dimensiones financieras en un área muy valiosa de Acapulco, antiguamente conocida como Ejido de Cumbre de Llano Largo. De nuestra parte la responsabilidad del diseño legal y del seguimiento de la operación de ese contrato de fideicomiso ha recaído en nuestro director general jurídico, el doctor en derecho Luis Felipe Canudas. Así sería en este caso. Sugiero que hablemos con é de inmediato. Y así lo hicieron.
Añade Ignacio Pichardo: Luis Felipe Canudas fue doctor en derecho por la UNAM y renombrado profesor de Derecho Agrario en la Facultad de Derecho de esta misma universidad. Fue un reconocido erudito y sabio jurisconsulto. Él se caracterizaba a sí mismo diciendo: “Si tienes algunas dudas, pregúntaselas a Canudas”.
Para este hecho, el doctor Canudas se encargaría de la redacción del texto legal y de cualquier negociación necesaria con las partes. El Domingo de Pascuas a medio día, después de cinco jornadas de trabajo ininterrumpido, en sus oficinas ubicadas en el solitario centro histórico de la Ciudad de México, se terminó esa primera fase del fideicomiso. Eso pues, lo hizo mi suegro Luis Felipe Canudas. Nada fácil, pero así nació la enorme ya Ciudad Nezahualcólotl, de donde el mismo autor del libro, fue después diputado federal.
Parte de la historia que llena de relatos, e inteligentes acontecimientos históricos de hace 50 años, nos da luz de lo que fue la estrategia gubernamental del gran Carlos Hank González. Y después de este largo tiempo, es importante saberlo. Pero también que conozcan la historia quienes quieran o pretendan gobernar nuestro grande estado. El Estado de México. Así sea.