Durante la Mesa de Diálogo Virtual con Mujeres Indígenas, se coincidió en que las mujeres de este gremio son doblemente discriminadas y viven en un contexto de violencia estructural, sin oportunidades educativas, salariales y políticas. Criticaron ser “candidatas de relleno”, pues nunca están en espacios plurinominales.
En un inicio la consejera del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) Karina Vaquera, dijo que la entidad es uno de los 10 estados con más hablantes de las lenguas indígenas, pues de acuerdo a información del INEGI, forman parte de los 125 municipios mexiquenses, siendo San Felipe del Progreso y Temoaya, municipios completamente indígenas, en tanto que más de 2 millones 700 mil personas se consideran bajo esta categoría, siendo mujeres el 50%, quienes lamentablemente enfrentan discriminación por su origen étnico y estrato socioeconómico.
Al ser cuestionadas sobre las condiciones de la participación política de las mujeres Carolina Santos Segundo, consejera de la Comisión de Derechos Humanos, indicó que no están en tiempos pasados donde las mujeres se mantenían en los espacios domésticos, aunque esa es una de las imposibilidades que tienen, pues muchas se niegan a esta posibilidad.
Agregó que es indispensable también que se logre la igualdad entre quienes son y quienes no son indígenas y reiteró que aunque muchas han aportado a la sociedad, no han sido valoradas.
Indicó que es necesario trabajar en la educación, pues no se puede llegar a espacios de representación sino se tienen las oportunidades, además de recursos económicos.
En tanto que frente al mismo cuestionamiento, Marilyn Ramón Medellín, presidenta del Centro de Derechos Humanos, dijo que lamentablemente las mujeres indígenas que viven en un contexto de violencia estructural, donde no solo son discriminadas por ser mujeres, sino también por ser indígenas.
Lamentó que el racismo no sea erradicado en el país y tampoco hay reconocimiento de los liderazgos al interior de los pueblos indígenas.
Jessica Vega Ortega, integrante Red de Jóvenes Indígenas de América Latina, afirmó que además de ser mujer y ser indígena, las jóvenes son aún más discriminadas.
Lamentó los asentamientos de los pueblos originarios y recalcó que la identidad debe ser inamovible en este proceso de reconocimiento en el que se requiere ir avanzando, “necesitamos ir incluyéndonos y buscar una participación plena y efectiva”.
Roció Silverio Romero, representante indígena ante el municipio de Temoaya, mencionó que lamentablemente no hay democracia justa en las leyes, pues aunque ya se considera a los hombres y mujeres, “las leyes están secuestradas”.
Criticó que las mujeres sirvan de relleno, pues los espacios plurinominales son ocupados por hombres, mientras que las mujeres, sobre todo indígenas, son las que tienen que hacer el trabajo de campo.
