Toluca/Estado de México
Ser bombero fue lo mejor que le pudo pasar, pero hoy, en su día Juan Carlos Yáñez pidió no romantizar su labor, sobre todo ante la falta de equipo y condiciones laborales que no les permiten realizar su trabajo con seguridad.
La vocación, pasión y amor por lo que hacía lo llevó a dejar de lado su carrera como abogado y permanecer por 17 años en la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Toluca, donde atendió casos que le marcaron de por vida.
“Recuerdo el primer siniestro que atendí, rescatamos dos cuerpos de adolescentes que murieron calcinados tras un accidente automovilístico; fueron las primeras víctimas mortales que me tocaba rescatar y fue muy fuerte ver esa escena”.
Consideró que para ser bombero se necesita estómago y tener la vocación del servicio para poder desprenderse de cosas personales e incluso perderse cumpleaños, navidades y ocasiones especiales con lo que ama para ayudar a los demás.
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“La vocación lo es todo, es lo que te hace permanecer en ese oficio, pese a las carencias y las condiciones laborales, es eso que te hace ayudar a los demás sin importar lo cansado que estes, es lo que te hace improvisar para sacar el trabajo adelante o incluso poner de tu bolsa por las carencias que la mayoría de las corporaciones tienen”.
Abundó que aunque en los últimos años creció el interés de los jóvenes por integrarse a la corporación, todos impulsados por las ganas de ayudar y en su mayoría con el sueño de ser bomberos desde pequeños, se alejan y buscan otro empleo al ver las carencias de equipo, la falta de apoyo de las autoridades y un salario digno para quienes arriesgan su vida por lo demás.
“Es competencia de los tres órdenes de gobierno, empezando por una correcta distribución de recursos y la corrupción que no permite que esos recursos bajen como se debe. Muchos usamos equipo de protección heredados por compañeros que ya no laboran en la corporación, pero a veces, aunque lo tiñas y lo cosas ya no quedan, ya están inservibles”.
Juan Carlos Yáñez fue despedido de manera injustificada en abril pasado y cuatro meses después su vocación sigue intacta y la intensión de regresar a hacer el oficio que soñó de niño sigue en pie.